domingo, 8 de marzo de 2015

MENSAJE DEL DOCTOR JOSÉ GIL FORTOUL 1914


MENSAJE DEL DOCTOR JOSÉ GIL FORTOUL
PRESIDENTE DEL CONSEJO DE GOBIERNO 
ENCARGADO DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA
AL CONGRESO DE PLENIPOTENCIARIOS DE LOS ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA EN 1914.

Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

Los Estados de la Unión, a quienes legítimamente representáis aquí, decidieron, en ejercicio de su soberanía, que en la presente fecha quedase insubsistente el Pacto Federal de 1909, Y os confiaron el mandato de formular un nuevo Pacto que sin interrumpir la tradición republicano-democrática que de un siglo acá se ha hecho consustancial con la existencia política de Venezuela, se adapte mejor a las aspiraciones de este momento histórico y facilite más el esfuerzo conjunto del Pueblo y del Gobierno para acelerar el progreso y prosperidad de la República.

Desde que los Estados tomaron esa iniciativa, el Ejecutivo Federal se ha limitado a respetar la voluntad de los Estados, y la prueba concluyente de la vigilante atención con que el Ejecutivo ha acatado y acata los principios esenciales del régimen federativo, es mi presencia aquí, a hora fija, con el fin de rendiros cuenta de la Administración y resignar el ejercicio del Poder.

En las Memorias que los Ministros del Despacho van a presentaras en seguida, hallaréis pormenorizados los actos del Gobierno. Examinad y juzgad.

La fortuna -siempre voluble, pero en ocasiones risueña e indulgente- quiso llevarme de la mano a la cumbre del Poder, precisamente; cuando ya estaba satisfecha mi mayor ambición, que era -vosotros lo sabéis- luchar por el pueblo y para el pueblo, en la diaria contienda de ideales contrapuestos, desde la tribuna parlamentaria, donde he vivido las horas más intensas de mi vida pública. Y no fue todo, sino que mayor satisfacción me reservaba todavía la amiga fortuna -mantener intacta la obra nueva emprendida por el hombre fuerte y bueno a quien debe esta Administración su prestigio interior y su crédito ante el extranjero.

En aquellos últimos días de julio, cuando una desatentada rebelión pretendió interrumpir el insólito bienestar de que venía gozando todo el país bajo la certera dirección del Presidente Gómez, y cuando éste, en cumplimiento de su obligación constitucional, sale a la cabeza del Ejército para rechazar el cualquier parte a los enemigos de las instituciones nacionales, sucedió, señores, algo que también pudiéramos calificar de insólito en nuestros anales políticos. El Presidente Gómez no se arrogó de hecho las tradicionales facultades de la Dictadura; llamó, en cambio, a encargarse de la Suprema Autoridad, al hombre civil que en su carácter de Presidente del Consejo de Gobierno estaba para ello, designado por la misma Constitución; y desde entonces, el uno en el campamento y el otro en el Palacio de Gobierno, continúan fraternalmente unidos en igual propósito, a saber: esforzarse en el restablecimiento de la paz con el menor número de víctimas; colaborar en el amparo de los derechos e intereses de los ciudadanos; no arriar nunca la bandera de Diciembre, en cuyos colores van inscritos lemas de paz, de trabajo y de unión; no arriarla nunca, ni ante la ambición de los mal nacidos, ni ante la perfidia, ni aun bajo al asechanza del crimen; en suma, para desarrollar una Administración beneficiente, liberal y honrada, mantener siempre firmes la voluntad y el corazón.

Tal ha sido, Ciudadanos Plenipotenciarios, el aspecto político del año administrativo que hoy termina. El Presidente de la República y el Presidente del Consejo al entregaros el ejercicio del Poder, se retiran convencidos de que todas vuestras deliberaciones van a preparar largos años felices para la Patria.
Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

J. GIL FORTOUL.
Caracas, 19 de abril de 1914.

(Extraído del Libro “Mensajes Presidenciales”, Tomo IV, 1910-1939, Presidencia de la República, Caracas, 1971, Págs. 63-65).


No hay comentarios:

Publicar un comentario