MENSAJE QUE PRESENTA EL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ
PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
VENEZUELA
AL CONGRESO NACIONAL EN 1924.
Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:
Vengo ante vosotros en acatamiento a un precepto constitucional
para presentaros este Mensaje, contentivo de los actos administrativos y
políticos del Gobierno que presido, informe del estado de la República e
indicación de las mejoras que conviene adoptar en la legislación vigente; y al
cumplir con ese deber legal experimento intensa satisfacción al dirigiros un
cordial saludo y formular votos porque el numen propicio de la Patria os
inspire en vuestras importantes deliberaciones.
Los ideales que persigo al frente de la Administración Pública,
para hacer de Venezuela un país que pueda servir de modelo por la paz
inalterable, el orden imperante y la facilidad para ganar la vida por medio del
trabajo, se agigantan en mi espíritu con vista de los satisfactorios resultados
obtenidos hasta ahora, que se traducen en el contento interior y en el
favorable concepto que gozamos de los Gobiernos y pueblos que cultivan
relaciones de amistad con nosotros y, a tal punto que la alegría y la
abundancia reinan en todos los hogares laboriosos, los extranjeros respetuosos
a las instituciones se agitan y enriquecen rodeados de garantías y
consideraciones, nuestra moneda goza de prima en las operaciones comerciales y
los títulos de nuestra deuda altamente apreciados en los mercados mundiales;
todo lo cual es consecuencia lógica de constantes esfuerzos y desvelos,
aquilatados por la fe que profeso en los grandes destinos de la Patria, de una
labor continua con prescindencia de todo aquello que no tienda al
engrandecimiento nacional, y de convicciones profundas que abrigo para hacer el
bien por el bien mismo, aun a despecho de la ingratitud de los malos, que
cosechan siempre los hombres que luchan en obsequio de sus semejantes.
No me arredran los protervos, ni sus maquinaciones tenebrosas
hacen desviar los rumbos que he trazado, porque hoy cuento con el apoyo de los
buenos, que son los más, y mañana con el juicio de la posteridad, que es la
sanción de todos; y así es que bajo sus rudos golpes, mi fe no desmaya, mi
entusiasmo no decrece, y la energía de mi carácter no sucumbe, como habéis
tenido ocasión de observarlo ante el monstruoso crimen de Miraflores, con el
que pretendieron los enemigos de la Patria producir una acefalía anárquica en
el Gobierno para apoderarse del Poder Público, obteniendo en cambio, junto con
la más honda decepción, la más enérgica protesta y la reprobación universal de
los hombres honrados.
La luz de la verdad y de la justicia ha venido disipando las
sombras del misterio, para destacar en toda su fealdad los caracteres de
delitos conexos de asesinato y de calumnia, llevados a cabo con fines políticos
siniestros, de que rara vez da muestra la perversidad humana aguijoneada por el
ansia de lucro y de mando; de modo que puedo anunciaros hoy que el agente
inmediato de que se valieron para la ejecución del torpe crimen fue Isidro
Barrientos, quien lo llevó a cabo por órgano de Rafael Andara, Juan
Araguainamo, Custodio Prieto y Encarnación Mujica, todos los cuales se
encuentran detenidos a la disposición de los Tribunales de Justicia, que harán
caer sobre ellos y sobre sus instigadores y cómplices todo el peso de las Leyes.
La labor realizada durante el año ha sido copiosa y fecunda en
beneficios de todas clases para la Nación, y podéis informaros detalladamente
en las Memorias que presentan los Ministros del Despacho; empero voy a
referirme sucintamente a algunos de los más trascendentales actos en cada uno
de los diversos ramos de la Administración.
Por el Ministerio de Relaciones Interiores se dictó con fecha 19
de Diciembre del año pasado, el Decreto sobre saneamiento de las regiones
infestadas por el paludismo y demás enfermedades afines, que desde el mes de
febrero se halla en plena ejecución, mediante las actuaciones de las distintas
comisiones sanitarias, provistas de todo lo necesario, en los lugares
flagelados por esas endemias que de algún tiempo a esta parte han venido
desolándolos; y me es grato anunciaros que, esta disposición gubernativa, a
cuya eficaz realización no se ha omitido aporte económico y científico, ha
merecido aplauso y contento general dentro y fuera de la República, y está
dando ya resultados prácticos, que se convierten en salud de parte de nuestro
pueblo enfermo, aumento de la población y devolución de zonas feraces a las
faenas del trabajo y a las corrientes espontáneas de una inmigración honrada y
fuerte, que vendrá no muy tarde atraída por la paz, el orden y la salubridad
del terreno.
Los nuevos Obispos nombrados para la Diócesis creadas últimamente,
mediante el pase dado por el Gobierno a las Bulas Pontificias, se encuentran en
las correspondientes Capitales, ejerciendo la jurisdicción eclesiástica a
contentamiento de todos, porque el Clero, vinculado como está al Poder Civil
por la Ley de Patronato, lejos de producir conflictos a la República es una de
las más firmes garantías de su estabilidad, y un elemento de paz y de cultura
que ayuda a llevar la civilización a las más apartadas regiones del territorio
nacional; y en este orden de ideas experimento especial complacencia al
comunicaros que la conducta del Clero Venezolano, a cuyo frente se encuentra un
Pastor de almas de altos quilates de virtud y ciencia, es ejemplar por la
abnegación y patriotismo que pone en su misión espiritual, sirviendo con celo
ferviente los intereses de la Patria y de la Religión.
En el trato con las demás Naciones la situación de la República es
cada vez más firme, y excelente el concepto de que goza por su espíritu de paz
y cordura, unido al propio respeto y con el respeto debido a los demás países.
Nuestras relaciones internacionales se desenvuelven en un ambiente
de circunspección y de confianza acentuado en el diario cambio de puntos de
vista con el Honorable Cuerpo Diplomático acreditado en esta Capital, y puesto
de resalto en la recepción del día primero del presente año.
Por ese respecto, sólo una excepción hay que anotar, y es el
incidente de la interrupción de relaciones diplomáticas y consulares entre
México y Venezuela, pronunciado por el Gobierno de aquella República.
Encontraréis en el Libro Amarillo la documentación de este asunto,
ya bien conocido, y en el cual hemos alcanzado, por la claridad de nuestras
razones y la moderación de nuestro lenguaje, el fallo favorable de la opinión
pública universal. El incidente, obra de pasiones mal encaminadas, no ha
logrado hacernos olvidar los vínculos permanentes que en el concierto
continental nos une al pueblo mexicano y por ello lamentamos con sinceridad la
situación de guerra civil que actualmente lo aflige.
Continúa su desarrollo regular el proceso de la demarcación de
nuestras fronteras con la República de Colombia. Por sentencia de los expertos
árbitros, comunicada oficialmente a las partes, está deslindada la región de
San Faustino, y la línea limítrofe respeta la posesión de ambos países, y
sigue, en general, la que mandó guardar y hacer guardar el Gobierno de
Venezuela en 1873. Recientemente ha sido también comunicada a nuestro
Plenipotenciario Especial en Berna, la decisión del árbitro correspondiente al
sector Yávita-Pimichín en la parte sur de la frontera, de acuerdo con lo que
sostuvo Venezuela desde el primer momento y como quedó convenido en el acta de
Caicara.
Los resultados del último año fiscal, o sea el corrido del primero
de julio de 1922 al 30 de junio de 1923, han sido altamente satisfactorios.
La renta aduanera y consular produjo Bs. 43.219.480,49 y la renta
interna alcanzó un rendimiento de Bs. 44.471.839,23, lo que da un producto
total de Bs. 87.691.319,72. El Tesoro poseía para el 15 del corriente mes de abril
una existencia en caja de Bs. 64.000.000.
Ya sabéis cómo el Gobierno de la Rehabilitación ha entendido
siempre que su labor, en cuanto a la inversión del producto de las rentas
nacionales, debe propender a fines más elevados que el sostenimiento de un tren
administrativo mayor que el necesario y el gasto del remanente en inútiles
dispendios, y que inspirado por esa convicción ha procurado mantenerse dentro
de una racional economía, constituyendo un fondo permanente de reserva en el
Tesoro, el cual, unido al orden imperante en el país y a la regularidad de la
administración, constituyen la sólida base donde descansa el crédito exterior
de la República y coloca al Gobierno en capacidad de gastar más de un millón de
bolívares mensuales en obras públicas y de acometer costosas obras de
saneamiento en todo el territorio nacional, sin ocurrir ni al aumento de las
tributaciones ni al socorrido expediente de los empréstitos levantados en el
extranjero, cargas pesadas que se arrojan sobre las generaciones futuras y que
brindan oportunidades frecuentes a los más serios conflictos.
La amortización y pago de intereses de la deuda pública han
continuado con la regularidad acostumbrada, reafirmándose a cada nuevo año el
concepto elevado de que goza Venezuela como país exacto en el cumplimiento de
sus compromisos. Durante el año de la Cuenta se ha destinado al servicio del
Crédito Público la cantidad de Bs. 8.114.533,77, y las deudas que actualmente
pesan sobre el erario nacional quedan reducidas para el primero de enero del
corriente año Bs. 106.178.400,16, así: Bs. 41.603.245,06 por deudas internas, y
Bs. 64.575.155,10 por deudas externas.
El Departamento de Hacienda practica actualmente detenidos
estudios sobre el Arancel de Derechos de Importación con la mira de dar a las
industrias nacionales una protección racional, encaminadas a procurar su
gradual desenvolvimiento; y es deseable que continuéis revisando la legislación
fiscal para adoptar las mejoras que la práctica aconseja, para lo cual se
cuenta con el acopio de observaciones efectuadas en el curso de los años.
Se ha continuado con todo interés la realización del programa de
organización, instrucción y mejora del Ejército que ha venido siendo norma del
Gobierno desde que éste se inició.
El 24 de julio de 1923 entró en vigencia el Código Militar que
sancionasteis y están en preparación los reglamentos que lo complementan.
Los buques que constituyen la Armada Nacional se encuentran en
buen estado, y por Decreto de 13 de agosto fue agregado el vapor “Maracay”
comprado por el Gobierno Nacional.
Consecuente con mis convicciones de que al trabajo debe
protegérsele a todo trance y garantizarse la propiedad sin distinción entre
nacionales y extranjeros, y firme en mi propósito de amparar toda empresa de
positiva utilidad pública, el Gobierno acoge con simpatía a las compañías que
invierten aquí su dinero, interpreta y cumple los contratos con absoluta buena
fe, y respeta y hace respetar las Leyes.
Ensanchando de tal modo el radio de la vida industrial, afianzada
la era de la paz y del trabajo y encauzada la Nación por amplia vía de
progreso, es ya tiempo de realizar un pensamiento que he abrigado siempre en
favor de nuestros compatriotas pobres, honrados y laboriosos para asegurarles
su independencia económica, En consecuencia, os pido la reforma de la Ley de
Tierras Baldías y de cualquiera otra que pueda tener relación con el bien que
vamos a hacer, para introducir en ellas disposiciones tendientes a conceder
fácil, inmediata y gratuitamente, un lote suficiente de tierra en propiedad
inenajenable a cada venezolano que carezca de bienes y lo abonen condiciones
morales para merecer el beneficio.
La medida además de justa es oportuna; porque abierto nuestro
territorio a las energías y recursos de los pudientes, es equitativo que en
parte proporcional lo esté también para los que en absoluto carecen de medios
de adquirirlo; y porque corriendo el año en que se cumple el primer centenario
de Ayacucho, es ofrenda propicia a los Libertadores dar a nuestros hermanos que
carezcan de bienes materiales un pedazo de la tierra que aquellos regaron
heroicamente con su sangre.
En cumplimiento del Decreto de 19 de abril del año anterior se
viene trabajando simultáneamente para la construcción de la Gran Carretera de
los Andes, en el Táchira, en Trujillo y en Mérida; la circunstancia de hallarse
esta vía en toda su extensión localizada en lo más abrupto de la cordillera y
de trepar alturas de 4.118 metros, como la del Portachuelo, la hace en extremo
difícil y costosa, pero no he omitido gastos, por grandes que sean, para la
pronta realización de esa obra, de la que se derivarán los mayores beneficios
para aquellas regiones, que al quedar abiertas a las iniciativas del progreso,
no solo resultan ellas favorecidas sino también el resto de la República,
capacitado para recibir los abundantes productos de todas las zonas que allá se
cosechan, entre otros, la harina de trigo, que será suficiente para abastecer
los mercados del interior y para la exportación, quedando en esa forma
destruido el contrasentido anti-económico de que un país productor de un fruto
en grande escala tenga que importarlo. Seguramente los manes venerandos del
Libertador se sentirán conmovidos y satisfechos al contemplar cómo, al cabo de
poco más de un siglo, la ruta inaccesible que escaló con su espada victoriosa
en las cimas del Ande, abriéndose paso con quinientos héroes portadores de la
Libertad, se amplía y perfecciona con las herramientas del trabajo, para que
corran por ella los nuevos heraldos de la civilización y de la abundancia, que
con sus penachos de humo y el ruido de las sirenas harán más imponentes los
soberbios panoramas de la naturaleza en aquellos lugares, adonde para
admirarlos, acudirán los turistas de todo el orbe.
Se ejecutan con gran intensidad los trabajos en la carretera
decretada el propio 19 de Abril por Petare, Santa Lucía, Santa Teresa,
Altagracia de Orituco y Aragua de Barcelona, lo mismo que en la pavimentación,
por el sistema de concreto, de la carretera de aquí a La Guaira, decretada el
28 de octubre anterior, que será como una prolongación de las avenidas de esta
Capital y hará muy luego de ella un puerto de mar.
No quiero cerrar este capítulo sin llamar vuestra atención sobre
el contrato celebrado por el Gobierno con el señor Gustavo Schlotmann, para la
ampliación de la Bahía de Maracaibo y la prolongación de sus malecones, porque
con él se ha atendido a una necesidad urgente, sin aportar cantidad de dinero,
sin establecer tributaciones y sin dejar pendiente para el porvenir gravamen ni
responsabilidad para la Nación, pues el contratista se paga el costo de la obra
con parte del valor del terreno que él mismo va a segar en el lago; y es así
como procede en materia de contratos el Gobierno que presido.
Por lo que respecta a la Instrucción pública, el Departamento
respectivo ha venido ocupándose de establecer todas aquellas medidas que
correspondan a las necesidades actuales del país y que estén de acuerdo con
nuestro medio y circunstancias, hasta obtener la efectiva reorganización de
este importante Ramo de la Administración. Con tal objeto os serán presentados,
para vuestra consideración, los Proyectos de Leyes que han venido elaborándose
sobre las firmes bases del estudio, de la experiencia y de la observación.
Vosotros, que me oís, sabéis por los anteriores datos, los cuales
están plenamente comprobados, y también porque, en razón de vuestro mandato
concurrís a esta Capital, de los diversos Estados, donde habéis visto y sentido
el bienestar general, que la República se encuentra en un período de
prosperidad y de orden administrativo sin precedentes desde su fundación, que
la paz reina en todas partes, habiéndose verificado la renovación de las
Cámaras Legislativas Nacionales y de los Poderes Públicos de los Estados y del
Distrito Federal sin la más ligera alteración del orden público, sostenida como
se halla al propio tiempo por la energía del Gobierno y la voluntad de la
Nación, que aleccionada con la triste experiencia de los desastres de las
guerras civiles, ha venido negando resueltamente su concurso a los aventureros
sin doctrina y sin bandera, que en nombre del odio y de las ambiciones
personales, han llamado inútilmente a las armas al pueblo venezolano, que les
responde con el desprecio que merecen aquellos que con sus palabras y
procedimientos deshonran y ultrajan la Patria; y por ello me satisface la
cualidad de juzgadores que os corresponde para examinar y decidir sobre los
actos del Gobierno Constitucional que presido, y espero con la conciencia
tranquila y el pensamiento en Dios, seguro de haber cumplido fielmente mis
deberes, el veredicto de la Soberanía Nacional.
J. V. GÓMEZ.
Caracas, 26 de abril de 1924.
(Extraído del Libro “Mensajes Presidenciales”, Tomo IV, 1910-1939,
Presidencia de la República, Caracas, 1971, Págs. 193-199).
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