MENSAJE QUE EL DOCTOR VICTORINO MÁRQUEZ BUSTILLOS
PRESIDENTE PROVISIONAL DE LOS ESTADOS
UNIDOS DE VENEZUELA
PRESENTA AL CONGRESO NACIONAL EN 1915.
Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:
Os saludo y saludo en vosotros a la Nación que representáis
congratulándome por la solemne instalación de este Congreso, acto trascendental
en la vida de la República porque vuelve a encauzarla definitivamente en la
regularidad constitucional.
Laborioso fue el proceso que os corresponde sellar. Delegaron los
pueblos en sus Plenipotenciarios reunidos en Caracas el 19 de abril de 1914 las
facultades necesarias para que proveyesen al Gobierno Federal, ya que el
régimen derivado del Pacto Fundamental de 1909 cesaba ese día sin que pudiera
hacerse la transmisión del Poder público prevista en aquella Carta, porque la
guerra civil de 1913 había impedido practicar las elecciones. Resignó entonces
el benemérito General Juan Vicente Gómez la Primera Magistratura y al entregar
voluntariamente el mando a los representantes de la Soberanía popular demostró
acatar los más puros principios republicanos para honra de su nombre y blasón
de su fama. Con ese acto de supremo desinterés probó el General Gómez que la
idea de Patria está encarnada en él con caracteres de culto, y dejó atónitos a
los sediciosos que desde las Antillas, y aun en el propio suelo venezolano,
juzgaban con su mente de liberticidas que el Patricio de 1908 podía destruir en
un momento de insana ambición la obra que a despecho de amigos falaces y de
tránsfugas de la Causa él mismo había edificado.
Al despojarse de su alta investidura, el General Gómez colmó de
legítimo orgullo a los que acatamos las razones fundamentales de la República
como dogmas y tenemos puestas en el Caudillo de Diciembre infinitas esperanzas
de mejoramiento en nuestros usos y costumbres democráticas.
El Congreso de Plenipotenciarios dictó el mismo 19 de abril un
Estatuto Provisional y me llamó a ejercer la Presidencia Provisional de los Estados
Unidos de Venezuela, cargo que en esa fecha acepté y entré a desempeñar.
Facultado además el citado Congreso para la elaboración de una
nueva Carta llenó cumplidamente su cometido formulando la Constitución que hoy
nos rige y poniéndola en vigencia en el mismo mes de junio del propio año
después de haberla ratificado las Asambleas de los Estados.
Sin embargo, era menester que el período Provisorio durase antes
que comenzara el primero de los que han de sucederse conforme a la nueva
Constitución por el tiempo necesario a que se verificasen los actos electorales
previos y se organizasen las Entidades Federales y Municipales. Así se previó
en las disposiciones transitorias de la misma Carta y en tal virtud he
continuado en el ejercicio de la Presidencia Provisional de la República y
ahora vengo a rendiros cuenta de lo que en ella hecho; mas, desde luego declino
cuanto loor pudiera merecer mi actuación en el Jefe y Fundador de la Causa
Rehabilitadora, General Juan Vicente Gómez, cuyos acertados consejos he
solicitado siempre, encontrándolo en todo momento inspirado en la sana razón,
en el bien público, en el respeto a la Ley y en el amor a la Patria.
Fortuna mía fue en efecto que el Congreso de Plenipotenciarios
colocara a mi lado a tan insigne patriota creando y confiriéndole la
Comandancia en Jefe del Ejército Nacional. Fuéme así fácil apelar a su
experiencia, a su conocimiento de los hombres y de las cosas de nuestra
política y a su afecto por la Causa cuyas tradiciones mantiene celosamente mi
Gobierno.
Placentero me es, ciudadanos Senadores y Diputados, hacer estas
manifestaciones de mi gratitud y consecuencia hacia el General Gómez, porque
creo que la lealtad es la gran virtud de los hombres públicos y quiero dejar
testimonio fehaciente de cómo la mía no ha flaqueado ante las amenazas de los
enemigos ni ha cedido a sus lisonjas cada vez que de las unas y de las otras
pretendieron hacer uso para amedrentarme o halagarme.
No toméis por vanidad mía ni por incongruente deseo de exhibirme
como leal lo que dejo designado en el párrafo que antecede. No; si me expreso
de esa manera es porque estoy penetrado, honrada y sinceramente, del
pensamiento de que los hombres vinculados por ideales altísimos de Causa, lo
primero que deben deponer en aras del interés colectivo es todo intento de
autoritarismo, cuando hay en el seno de esa Causa una sola y bienhechora
autoridad destinada a hacer prácticos aquellos ideales. El General Juan Vicente
Gómez -y no otro- es el Conductor de la Rehabilitación Nacional y quien osara disputarle
esa preeminencia se haría reo de insensatez o de torpeza.
En lo político todas las previsiones del Congreso de
Plenipotenciarios se realizaron cumplidamente. El proceso electoral que me tocó
presidir se desenvolvió en medio del mayor orden y con estricta sujeción a los
preceptos legales. En vano unos pocos, inspirados por insana ambición,
pretendieron lanzar el país a la guerra civil e impedir de ese modo la
evolución legal que se llevaba a cabo. Apenas lograron alzar escasas montoneras
que más bien pudieran apellidarse bandas o gavillas y que a poco se disolvieron
porque no encontraron medio propicio al logro de sus criminales intentos. Las
masas pobladoras les negaron su apoyo; la opinión pública se pronunció
decididamente a favor del orden y aun los más de nuestros enemigos se
convencieron de cómo la actual situación es inconmovible y prefirieron quedarse
en el extranjero antes que lanzarse a la guerra a que azuzaban a otros.
Mantenedor de esta paz fecunda en bienes que él fundó en Venezuela ha sido el
Ilustre Caudillo que tan brillantemente rige las armas nacionales. Su espada
siempre victoriosa, su prestigio, la autoridad moral de su nombre, han hecho
retroceder atemorizados a los malos hijos de la patria cada vez que han
pretendido lanzarse al campo de la lucha armada.
Consolador es observar cómo el pueblo venezolano ha resuelto
cerrar definitivamente los oídos a toda sugestión de guerra civil. La dolorosa
experiencia de lo pasado nos enseña que nada se logra con ella sino el
sacrificio estéril de muchas vidas, la ruina material y el retroceso moral por
el aniquilamiento de las tradiciones de ley y de regularidad sin las cuales no
se concibe la vida civilizada de ninguna sociedad humana.
Reuniéronse en su oportunidad las Asambleas Legislativas de los
Estados y ellos se encuentran ya organizados en plena constitucionalidad.
También lo están todas las Municipalidades de la República.
En los últimos días de julio y los primeros de agosto del año
último, estalló y propagó hasta adquirir las enormes proporciones que hoy
reviste el conflicto europeo lanzándose a la guerra bajo sus respectivas
banderas millones de hombres. Especialísimo cuidado ha tenido el Gobierno
venezolano en guardar la más estricta neutralidad, cumpliendo así sus deberes
en la comunidad internacional y patentizando con su proceder los íntimos
sentimientos de nuestro pueblo que en este duelo entre naciones amigas no se
inclina a ninguna más que a las otras sino que con todas comparte el dolor por
sus hijos muertos valerosamente en los campos de batalla.
Problemas graves ha suscitado la guerra por lo que hace a los
derechos de los neutrales y nuestra Cancillería ha insinuado la conveniencia de
que se reúna un Congreso internacional que estudie y solucione esta
importantísima materia, habiendo hallado favorable acogida nuestra idea como os
explicará más detenidamente el Ministro del ramo.
La perturbación financiera mundial causada por el conflicto
europeo se dejó sentir hondamente, como era natural que sucediera, en nuestra
economía nacional, por la dificultad de las transacciones comerciales
relacionadas a la venta y exportación de nuestros frutos y a la compra e
importación de mercaderías provenientes de países beligerantes, todo lo cual se
tradujo en una extraordinaria y persistente baja de la principal de nuestras
rentas públicas: la aduanera.
Estas causas hicieron nugatorias las previsiones del Decreto de
Presupuesto General de Rentas y Gastos Públicos dictado el 6 de agosto próximo
pasado por cuanto los ingresos resultaban muchísimo menores de las cantidades
en que se habían calculado. En esta emergencia resolvió el Gobierno como
primera medida, el día 27 del propio agosto, reducir en un 25% los capítulos de
egreso excepto aquellos que no eran susceptibles, por su naturaleza, de tal reducción.
Agravándose sin embargo la crisis fiscal fue menester formular un nuevo
Presupuesto que entró a regir desde el 7 de noviembre del año próximo pasado,
en el cual se calcularon las entradas en concordancia con la baja que se venía
observando y se redujeron los egresos de modo que pudieran cubrirse sin
déficit. Procedí así en uso de la amplia autorización que me daba el Artículo
139 de la Constitución Nacional y después de examinada maduramente la cuestión
en todos sus aspectos.
A pesar de la estrecha situación económica el Gobierno ha logrado
salvar el crédito de la República, así interno como externo, manteniendo
intactos los fondos destinados a este servicio.
El resultado de estas medidas ha correspondido al estudio y
previsiones del Gobierno puesto que con ellas se ha logrado mantener el
equilibrio entre los ingresos y los egresos del Tesoro a tal punto que sus
recursos actuales se mantienen sobre el mismo pie que estaban al comienzo de la
guerra, hallándose por consiguiente la Administración en la posibilidad de
hacer frente a cualquiera nueva emergencia.
En lo que llevo expuesto he tratado someramente de asuntos del
Gobierno que corresponden a los Departamentos de Relaciones Interiores,
Relaciones Exteriores, Hacienda y Guerra y Marina.
En el primero de dichos Departamentos se ha estado también
trabajando en la formación de varios Proyectos de Códigos Nacionales que el
Ministro someterá a vuestras deliberaciones.
En el de Relaciones Exteriores se han ajustado mediante un
Protocolo firmado el 14 de enero último en ejecución del de 13 de junio de 1913
las reclamaciones francesas conforme a los términos y condiciones de que el
Ministro del ramo os dará detallada explicación.
Me anticipo, sí, a significaros que la solución lograda es
razonable y equitativa y ha sido plebiscitariamente aplaudida, habiendo quedado
de manifiesto la injusticia con que fue atacado el Gobierno presidido por el
Benemérito General J. V. Gómez por quienes -a causa de la celebración del
Protocolo de 1913- tomaron de ahí pretexto para una ruidosa oposición, inicio
de la actitud francamente revolucionaria que a poco adoptaron.
Ese protocolo de ejecución es un mentís -perdonadme lo arrogante
de la frase- a las consejas urdidas por los enemigos del General Gómez y de
aquel su Gobierno que fue respetuoso para todos los derechos y las libertades
de los venezolanos y que alcanzó éxitos administrativos y políticos como éste
de que os hago referencia.
En el de Guerra y Marina se ha continuado perfeccionando la
organización del Ejército de acuerdo con las oportunas indicaciones del
Comandante en Jefe del Ejército. Del brillante éxito obtenido, es prueba
fehaciente la gran revista militar llevada a cabo el 18 de los corrientes.
En el Departamento de Fomento, como la Constitución vigente somete
a vuestra aprobación las concesiones de minas y tierras baldías, todos los
expedientes que a este respecto se han tramitado os serán enviados por el
Ministro del ramo.
En materia de Obras Públicas la crisis rentística de que os he
hablado ha impedido al Gobierno hacer en este ramo grandes erogaciones. Sin
embargo, se ha seguido adelante en la construcción de la Carretera del Táchira
y la de Maracay a Ocumare; se han continuado los trabajos en las cuatro que
conducen de Caracas: para La Guaira, para Occidente, para Guatire y para el
Tuy; y en la de Aragua al Guárico. También se han llevado a cabo otras obras
importantes de que os dará cuenta el Ministro del ramo.
En lo relativo a la Instrucción Pública resolvió el Gobierno
adoptar un plan de radicales reformas mediante el sistema de la libertad de
enseñanza, que aun cuando proclamado por las varias Constituciones que desde
1834 nos han regido, había sido sin embargo descartado de las Leyes especiales
que organizaban la instrucción haciéndola el monopolio del Estado. A este fin,
previa la declaratoria de colisión pronunciada por la Corte Federal y de
Casación entre gran número de artículos del Código respectivo con la Carta
Fundamental, se dictó el 19 de diciembre último, sexto aniversario de la gloriosa
fecha inicial de la Rehabilitación, un Decreto Ejecutivo reorganizando la
enseñanza conforme el principio constitucional citado. El mismo día y por haber
también declarado la propia Corte la colisión de otros artículos del mismo
Código de Instrucción y del Código Civil con las disposiciones del Código de
Hacienda, que establecen la unidad de la Administración Fiscal, se dictó otro
Decreto pasando al Ministerio de Hacienda el manejo de las rentas que venía
administrando el Despacho de Instrucción Pública.
Os he dado cuenta en síntesis que os explanarán las Memorias de
los Ministros, de la obra realizada por la Administración que me ha cabido la
honra de presidir. Espero ahora vuestro fallo y lo aguardo con serenidad por la
confianza que me inspira el haber procedido de buena fe en todos mis actos que
constituyen el leal aporte de mi patriotismo a la unidad y estabilidad de la
Causa de Diciembre.
Al terminar hago votos porque en las augustas funciones que
desempeñáis sean vuestros únicos inspiradores los númenes que han mantenido
durante más de un siglo libre y respetada a la Nación Venezolana.
Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados.
V. MÁRQUEZ BUSTILLOS.
Miraflores, 24 de abril de 1915.
(Extraído del Libro “Mensajes Presidenciales”, Tomo IV, 1910-1939,
Presidencia de la República, Caracas, 1971, Págs. 67-73).
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