domingo, 8 de marzo de 2015

MENSAJE DEL DR. JUAN BAUTISTA PÉREZ 1931


MENSAJE QUE EL CIUDADANO DR. JUAN BAUTISTA PÉREZ
PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA
PRESENTA AL CONGRESO NACIONAL EN 1931.

Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

Vuestra reunión constitucional en Cámaras Legislativas es acontecimiento de significación dentro de la normalidad de nuestras instituciones políticas. Permitidme que os salude con ardiente y viva satisfacción partidaria, pues es del seno de la Gran Causa de la Rehabilitación Nacional de donde ha surgido este estado de cosas beneficentes e inconmovible.

Mi exposición será sucinta y contendrá sólo los puntos más resaltantes de la administración. En las Memorias que os presentarán, en este mismo acto, los Ministros del Despacho encontraréis detallados todos los actos efectuados durante el año de la cuenta.

Cuando depresiones económicas, turbulentas ambiciones y descarriadas ideologías han lanzado a otros países a reivindicaciones peligrosas, Venezuela se ha mantenido en paz, gozando, dentro del orden más absoluto, de las conquistas que firmemente y sin un paso hacia atrás, vienen realizando desde hace veintidós años el cerebro y la mano dirigentes del Benemérito General Juan Vicente Gómez.

Un acontecimiento extraordinario, el Centenario de la Muerte del Libertador, magno suceso que la grandeza de Bolívar proyectó fuera de los límites del País, en apoteosis insólita por lo unánime y fervorosa, ha sido la piedra de toque para hacer resaltar, de modo luminoso, la solidez de nuestra situación económica y la perfecta compenetración de gobernantes y gobernados que hace la felicidad del pueblo venezolano. Conscientes de la labor y de los sacrificios que nos pide nuestro gran pasado histórico, hemos mantenido en su celosa integridad nuestra soberanía; hemos conservado los hábitos y costumbres que hacen de nuestro pueblo uno de los más libres y altivos de la América; y nos enorgullecemos de continuar moldeando en el crisol de la democracia, uno de los conglomerados humanos que seguirá dando días de gloria y ocasiones de insólitos triunfos en los anales de la civilización hispano-americana. Ya no se pone en tela de juicio nuestra cordura ni se nos cierran con presagios funestos los caminos del porvenir. El pueblo que, por insinuaciones del General Gómez, del eminente hombre público que garantiza la tranquilidad social al frente del Ejército Nacional, cancela de una vez su Deuda Externa, es un pueblo llegado a la virilidad de sus destinos. Todo sea en honra y prez de la Causa Rehabilitadora y de su insustituible Conductor.

Fue ciertamente feliz aquella insinuación, que, acogida y realizada por los Altos Poderes Nacionales, ha colocado muy en alto el nombre y el crédito de nuestra República; y pide tributo de reconocimiento hacia el austero ciudadano, cuyo nombre ha dejado de ser factor accidental de nuestra política para asumir el carácter de fórmula nacional de regeneración y de progreso, ya que al favor de su energía incontrastable y de su autoridad indiscutible ha renacido entre nosotros el espíritu público, externado ahora en la unánime propensión a conciliar en la paz y en el trabajo las legítimas aspiraciones del individuo y las necesidades supremas del orden social.

Estabais todavía dedicados a vuestras importantes labores legislativas, cuando os tocó en suerte iniciar la conmemoración del Centenario de la muerte de Sucre en Berruecos. El Ejecutivo os acompañó en los actos que dispusisteis con tal motivo. Dijérase que, juntos en la Gloria, Bolívar y Sucre debían ir unidos a la posteridad, purificados por el martirio. La noble figura del vencedor en Ayacucho recibió así el homenaje del pueblo venezolano, a tiempo que éste se preparaba para consumirse en llamaradas de ardiente devoción ante la tumba del Padre de la Patria.

Luego otro suceso histórico, el de la reconstitución de la República en 1830, vino a pedirnos recordación y homenaje en el primer Centenario de su acaecimiento. El Gobierno dispuso varios actos, entre los que sobresalió la inauguración de la estatua del sabio humanista Don Andrés Bello, con la que Venezuela ha pagado una deuda de gratitud que la honra ante propios y extraños.

Al contestar, en el pórtico del nuevo año, las felicitaciones de los funcionarios públicos, hice lleno de orgullo un recuento de los actos con que el gobierno y el pueblo de Venezuela conmemoraron el Centenario de la Muerte del Libertador, cuya figura ha ido creciendo hasta alcanzar el prístino relieve con que se le admira entre los héroes de contenido y significación universales. Bolívar, dije, es la personificación de Venezuela ante el mundo; y los insólitos homenajes tributados a su memoria, se reflejan con luz imperecedera sobre el país de su nacimiento. No tengo frases para encarecer al pueblo venezolano, indeleble por el glorioso hijo de Caracas. Esas demostraciones espontáneas, esas ofrendas al guerrero, al patriota y al legislador, tocarán en todo tiempo las fibras más sensibles del alma venezolana.

En sólida y artística urna de bronce, tal como había sido previsto por el vigilante patriotismo del General Juan Vicente Gómez, en su Decreto de 31 de diciembre de 1912, reposan desde el 17 de diciembre último sus cenizas sacrosantas, bajo la cúpula del antiguo templo de la Trinidad, reconstruido por el Gobierno de la Nación. En las Memorias de los Ministros del Despacho Ejecutivo encontraréis detalles de las inauguraciones y ceremonias conque Venezuela quiso hacer perdurable, marcándola en el tiempo con hito resplandeciente, la gran fecha de la América y del Mundo.

En los días 18 y 19 de diciembre el Ejecutivo se trasladó a la ciudad de Maracay, residencia del Comandante en Jefe del Ejército, para presidir en unión del Ilustre Caudillo los diversos actos que en Programa Oficial señalaban su cooperación directa, su empeño tenaz en pro del progreso de la Nación y el reflejo de su culto alerta y constante por el Libertador y sus tenientes en la gesta emancipadora.

El Ejército que el General Gómez presentó en la llanura de Carabobo, haciéndole guardia al grandioso monumento que la República erigiera allí por indicación suya y bajo su hábil y acertada vigilancia, es un orgullo de la Venezuela rehabilitada. Dotado de todo lo necesario para su eficiencia de guardián de nuestras instituciones; y formando en las severas disciplinas de la lealtad y del honor, sobre él descansan el presente venturoso y el porvenir risueño de la Patria. Cumplido sobre aquel pedazo de tierra sagrado un deber que nos imponía con grave sugestión el recuerdo del magnífico hecho de armas que selló allí el proceso de nuestras luchas por la Independencia, fueron luego inaugurados en la ciudad de Maracay, la plaza y la estatua de Bolívar, noblemente embellecidas por el arte; la estatua del General Páez, frente al imponente Cuartel construido y destinado al arma predilecta del Caudillo apureño, cuya sombra se pasea en medio de imborrables recuerdos por la capital de Aragua; el Hotel Jardín, centro por su lujo y capacidad, de futuras empresas de turismo, que harán francas nuestras excelentes vías de comunicación, acrecentadas de año en año; la gran Clínica, dotada de todos los adelantos modernos de la ciencia; el Cuartel de Infantería, de notable belleza arquitectónica; los nuevos hangares y el puerto para hidroaviones en la laguna de Valencia, comunicados por una excelente carretera a la ciudad de Maracay.

En Caracas se erigieron los siguientes monumentos: uno al General José de San Martín en plaza especialmente construida en la Avenida de su nombre; otro al Fundador de Caracas, Diego de Lozada, en plazoleta dedicada al efecto. La cabeza de José Martí se colocó en artístico monumento en la plaza de Altagracia, reformada para este fin.

Asimismo fueron reconstruidos para las conmemoraciones del Centenario, el Panteón Nacional, de manera de hacerlo digno del sagrado depósito que guarda; el Teatro Municipal, la Casa Amarilla, la Universidad Central, el Paseo Independencia, el Acueducto del Polvorín y del Seminario, y el Hospital Vargas.

En el ramo de Puentes fueron inaugurados el Puente colgante de acero “Libertador” sobre el río Torbes, Estado Táchira, con ciento setenta y dos metros con setenta centímetros de largo; el Puente colgante de acero “General Juan Vicente Gómez” en las cercanías de El Sombrero, sobre el río Guárico, con ciento veinticinco metros de largo; treinta y seis puentes más y doscientos cincuenta y un pontones; y muchas otras obras inauguradas en todo el territorio de la República, de que os dará cuenta el Ministro del ramo, llevadas a cabo en la realización del programa de obras públicas concebido por el Gobierno Nacional y sin precedentes en los anales de la Nación.

Venezuela puede sentirse orgullosa del modo cómo cumplió en esa ocasión con la memoria del Grande Hombre. Unido su nombre al de Bolívar, con una nueva conciencia de su personalidad y un nuevo sentimiento de sus obligaciones, la República se ha fortalecido en la prueba insólita, acentuando su soberanía libre e independiente entre los pueblos de América.

Con fecha 11 de agosto del año pasado dicté un Decreto creando el Ministerio de Salubridad y de Agricultura y Cría, fundándome para ello en la importancia y desarrollo que han alcanzado todos los ramos de la Administración Pública. El nuevo organismo impulsa la Sanidad Nacional, creada sobre bases científicas por el Benemérito General Juan Vicente Gómez; y contribuirá, por los medios más eficaces y adecuados, a incrementar la agricultura y la cría, y a implantar con el turismo una fuente de ingresos para e1 Tesoro Nacional. El ejemplo personal del General Gómez, quien no desmaya un solo momento, como hombre de trabajo, en mejorar los cultivos y seleccionar las crías, es un poderoso incentivo para la ordenación y acrecentamiento de las labores del nuevo Despacho administrativo.

Las labores de este Ministerio se han iniciado por medio de trabajos preliminares para la instalación de un granja de demostración en Maracay, y se ha insistido con las autoridades competentes, para la organización de granjas modelos en los Estados y para que sean enviados a la escuela de demostración antes dicha dos jóvenes que, por cuenta de cada una de las Entidades Federales, hagan sus estudios técnicos, con el fin de que más luego regresen a sus regiones, a trasmitir aquellos conocimientos y a ponerlos en práctica. Asimismo se han practicado las gestiones necesarias para la inmigración de elementos de orden, sanos, bien seleccionados y aptos principalmente para trabajos agrícolas, y se prepara el establecimiento de una colonia modelo en San Jacinto, Estado Aragua.

El Libro Amarillo os impone al pormenor de la universidad y la espontaneidad con que todas las Naciones han consagrado la grandeza irresistible de Bolívar, haciendo justicia a la permanente actualidad de sus ideales, a su perseverancia, a la rectitud de su espíritu, a la inagotable magnanimidad de su alma. Ya en actos colectivos como en la Sociedad de las Naciones y en la Unión Panamericana, ya en innúmeros homenajes individuales, que han juntado en un mismo espíritu a los Gobiernos y a los pueblos, se le han rendido al Libertador los más valiosos homenajes, hasta constituir la conmemoración de su muerte, como os dije anteriormente, la más extraordinaria apoteosis que se haya jamás rendido a una gran figura humana. Con sentimientos de la más viva solidaridad, hemos tomado nota de tales homenajes, tanto más apreciados de nosotros, cuanto, siguiendo un plan de discreta conducta, inspirada en la naturaleza de la conmemoración y en las circunstancias de trabajoso reajuste por que pasa el mundo, no se hicieron invitaciones especiales para los actos que se realizaron en nuestro territorio, pero sí se puso a nuestros Representantes en el Exterior en posibilidad de afrontar las exigencias que imponía nuestra condición de Patria nativa de Bolívar.

El viejo asunto de la reclamación llamada de Martini quedó definitivamente liquidado con la sentencia del Tribunal Arbitral, constituido al efecto por el tratado con Italia de 21 de diciembre de 1920. En la Memoria del ramo se os da conocimiento del fallo. El resultado ha sido favorable en conjunto a las gestiones que hicimos ante los árbitros, no teniendo la República que pagar nada en concepto de indemnizaciones. Puntos secundarios de la sentencia de 1905 no obtuvieron la aprobación de los árbitros; circunstancia que no afecta el resultado general del litigio. Venezuela, que ha honrado siempre la firmeza de las sentencias arbitrales, y que las ha cumplido en todos los casos, aún cuando no fueran favorables a sus tesis y a sus probanzas, considera cumplido previamente el compromiso.

La inauguración de la estatua de Henry Clay, obsequio del pueblo de los Estados Unidos al de Venezuela, ha sido excelente oportunidad para mostrar los sentimientos de cordialidad y aprecio que unen a las dos Repúblicas. Las ceremonias fueron solemnes y los eminentes miembros de la Embajada especial de los Estados Unidos pudieron apreciar la sinceridad unánime de la estima con que se ha recibido el obsequio y con que será guardado en la plaza que lleva el nombre del Apóstol de la independencia y la libertad continental.

Cancelada la Deuda Externa por un monto total de veinte y tres millones setecientos cincuenta y siete mil seiscientos treinta y cuatro bolívares seis céntimos (Bs. 23.757.634,06) quedó reducida la Deuda Pública de la Nación a la Deuda Nacional Interna Consolidada del 3% anual, cuyo monto era de veinte y seis millones cuatrocientos ochenta y siete mil setecientos cuarenta y un bolívares ochenta y seis céntimos (Bs. 26.487.741,86), para el día primero de enero del año en curso.

Lo erogado durante el año de la cuenta para atender al servicio de las Deudas alcanzó a veinte y seis millones setecientos treinta y ocho mil novecientos setenta y siete bolívares noventa y siete céntimos (Bs. 26.738.977,97), así:


Para el 14 de abril del corriente año los Fondos de Reserva del Tesoro Nacional estaban constituidos por una existencia en Caja de Bs. 44.910.092,49, así: en el Banco de Venezuela Bs. 43.250.642,93; en la Tesorería Nacional Bs. 1.659.449,56; después de cubiertos en lo transcurrido del año económico actual los gastos autorizados por la Ley de Presupuesto General de Rentas y Gastos Públicos, y no obstante las crecidas erogaciones de carácter extraordinario efectuadas durante el año de la cuenta para atender a diversas e importantes necesidades de la Administración, principalmente las causadas por la conmemoración del Centenario de la Muerte del Libertador.

El Despacho de Fomento ha consagrado eficaz laboriosidad al incremento de las fuentes de riqueza nacional que abarca la acción administrativa a él encomendada, ejerciéndose principalmente un activo y constante control, técnicamente reglamentado, sobre nuestra producción petrolera, que continúa siendo la segunda en importancia de los mercados mundiales con un total de 20.153.912 toneladas, lo que acusa un aumento de 308.976 toneladas sobre la producción del año de 1929.

El ramo de Correos, tanto interno como internacional, ha experimentado notable mejoramiento con la actividad de las líneas que, funcionando con toda regularidad, prestan sus servicios al respecto, y nuestro sistema inalámbrico se ha acrecentado, en eficacia técnica, con el servicio regular de una poderosa estación costanera en Maiquetía y culminará con la comunicación directa, telegráfica y telefónica, de Venezuela con Europa, merced a la potente estación que actualmente se está instalando en Santa Rita. Iguales consideraciones cabe aquí hacer con respecto al ramo de telégrafos nacionales, cuyo funcionamiento continúa desenvolviéndose en forma notoriamente progresiva.

Ha continuado sin interrupción la buena marcha general de la Instrucción Pública en sus múltiples actividades, junto con un impulso creciente prestado con tesonera labor a todo aquello que tienda a la cultura nacional.

Para atender a la ingente necesidad de propulsar la enseñanza primaria obligatoria se dispuso la creación de varias escuelas en diversos caseríos de la República que poseen la población escolar requerida para estos casos.

En todos los institutos de educación de la República fue conmemorado el primer Centenario de la Muerte del Libertador de la manera más solemne, como el patriótico motivo lo requería. En muchas localidades fue inaugurado el busto del Libertador y en gran número de planteles se erigió el retrato de Bolívar como un homenaje tributado por los niños escolares.

Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

La fórmula de paz y de trabajo, que es la norma fundamental de la Causa de la Rehabilitación Nacional, ha dado a Venezuela un puesto envidiable entre las Naciones prósperas y cultas. No existe entre nosotros la clase numerosa de los sin trabajo; la índole de nuestro pueblo, afecta al bien y a las realidades concretas de la vida, lo mantiene alejado de las luchas sociales que incitan al crimen y a la revuelta. Ha pasado ya, desacreditada por completo como recurso de mala ley, la propaganda que escasos malos hijos de la Patria sostenían en el extranjero contra el actual régimen político. El espantajo de la revolución no entenebrece ya los sueños de la gente crédula y asustadiza. El Gobierno de la Rehabilitación, inspirado en las sabias normas de la Causa, promete, para salvaguardia de esta bonancible situación, continuar como hasta hoy, protegiendo el trabajo, incrementando las industrias, defendiendo las garantías ciudadanas, y cooperando lealmente, guiado por sus obligaciones internacionales, al logro de los ideales de confraternidad, de paz y de justicia, que piden hoy con mayor ansia que nunca todas las naciones cultas de la tierra.

Cuando la ley impera; cuando el ciudadano se siente protegido en sus derechos, y le es, por consiguiente, tarea fácil y grata el cumplimiento de sus deberes; cuando no hay opresores ni oprimidos, sino miembros de una sola familia espiritual, la Patria deja de ser una abstracción para caer en los dominios de la realidad. Tal es el caso de la Venezuela de hoy, concreción tangible del sueño de los Libertadores. Al través de una constante evolución ella ha venido formando y definiendo su carácter hasta tocar su actual meta de permanente realización, debido únicamente al impulso personal y vigoroso que llena toda una época, y caracteriza con su influencia el nombre y la obra del General Juan Vicente Gómez.

Al esperar vuestro fallo justiciero, hago cordiales votos por vuestra ventura personal y por el éxito de vuestras labores del presente año. Podéis estar seguros de encontrar a toda hora la cooperación del Ejecutivo, en la obra común que realizáis por el decoro de nuestras instituciones y la prosperidad y grandeza de la Patria.

J. B. PÉREZ.
Caracas, abril de 1931.

(Extraído del Libro “Mensajes Presidenciales”, Tomo IV, 1910-1939, Presidencia de la República, Caracas, 1971, Págs. 239-246).


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