domingo, 8 de marzo de 2015

MENSAJE DEL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ 1912


MENSAJE QUE EL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ
PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA
PRESENTA AL CONGRESO NACIONAL EN 1912.

Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

Os presento mis patrióticas congratulaciones por vuestra instalación constitucional.

Siempre es satisfactorio para el país la reunión del Cuerpo Legislativo, puesto que él es el llamado a corregir las deficiencias de las Leyes, a dictar medidas de utilidad general y a laborar, en unión de los demás Poderes, por la grandeza felicidad de la Patria. Además, vuestra reunión es reveladora de que impera la normalidad en todos los ramos de la Administración Pública; y si a la regularidad administrativa se agrega la calma política que existe en los círculos y en las individualidades, cúmpleme deciros que Venezuela atraviesa una situación de paz y de armonía que el Gobierno Nacional procura aprovechar en beneficio de la comunidad.

No de otro modo pudiéranse celebrar las fiestas del primer Centenario de nuestra Independencia nacional, a las cuales tuvisteis ocasión de asistir, gozando la complacencia de ver a la Patria honrada por las importantes misiones extranjeras, sublimado el patriotismo por entusiastas manifestaciones de todos los gremios sociales y expresado elocuentemente el sentimiento de la gratitud de la actual generación hacia aquella otra legendaria y sublime fundadora de la Patria libre. En libro aparte, que he acordado editar, encontraréis consignada la pormenorizada relación de aquellas festividades, que por siempre habrán de ser célebres en nuestros anales históricos.

Han sido tan perfectas como cordiales las relaciones del Gobierno Nacional con las de los Estados de la Unión, y me complazco en deciros que todos ellos es correcta la marcha administrativa.

Con el título de la Nueva Angostura he mandado a fundar en una de las márgenes del Orinoco una ciudad que sirva de residencia a los millares de explotadores de la rica región de Imataca. La nueva población está ya delineada, rápidamente constrúyense habitaciones y muy pronto habrá de tener la importancia a que está llamada como centro minero, industrial y comercial.

Había el Cuerpo Legislativo dispuesto en años pasados la adquisición del Palacio de Miraflores para destinarlo a la mansión de los Presidentes de Venezuela, y me ha cabido la complacencia de cumplir dicha disposición, y así os anuncio que el expresado edificio es hoy propiedad de la Nación.

Aunque en la Memoria de Hacienda encontraréis detalladas las cuentas del Tesoro, creo de mi deber ofrecer anticipadamente a vuestra consideración y a la del país la siguiente síntesis: El 31 de marzo último se practicó un corte de cuentas, correspondiente al primer trimestre del presente año, que arrojó el siguiente saldo favorable a la Nación:

En poder del Banco de Venezuela    Bs.              3.930.160,66
En pagarés de salinas                                            1.058.333,34
En caja en Tesorería                                                  140.653,56
En plata reacuñándose en París                               378.000,00
Total                                                   Bs.               5.507.147,56

La deuda creada por los protocolos de Washington de 1903, que montó a Bs. 38.385.411,94 quedó reducida el 31 de marzo último a Bs. 2.546.910,06.

De conformidad con el Decreto que expedisteis en julio del año pasado, ordenando el examen y reconocimiento de créditos contra el Gobierno Nacional, la Junta de Crédito Público ha llenado su cometido examinando y reconociendo las cantidades reclamadas, resultando que el reconocimiento asciende a Bs. 939.597,65 en lugar de Bs. 30,615.734,04 a que montaban las reclamaciones. La cantidad reconocida se pagará con Deuda Nacional Interna consolidada de 3%.

La deuda por convenios diplomáticos que correspondía a España fue definitivamente cancelada en febrero último. Montó esa deuda en su principio a Bs. 5.898.012,70.

Refiriéndome a los Departamentos de Guerra y Marina, os diré: que se está terminando la construcción del Dique de acero en Puerto Cabello contratado con el ciudadano Ildefonso Aguerrevere; que deseo que el Ejército continúe como hasta hoy siendo modelo de disciplina; y que sólo sirva de respeto para mantener el orden y para conservar a perpetuidad esta paz que exhibe a Venezuela como nación civilizada, patriota y progresista.

Espero que en las actuales sesiones dispondréis lo conveniente para el establecimiento de la Granja Modelo. Nuestro país es esencialmente agrícola, criador y minero, y exige que se le dote de escuelas de agricultura, de veterinaria y de minería. Se necesita que vengan del extranjero los profesores que hayan de enseñar el conocimiento de esas ciencias a nuestro inteligente pueblo.

De las obras públicas realizadas o en construcción merecen mencionarse la carretera central del Táchira, la carretera del Este de Caracas, cuya composición llega a Chacao; las reparaciones de la carretera de Occidente, que alcanza a 100 kilómetros; la de Maracay a Ocumare de la Costa; le de Valencia a Villa de Cura; la de Villa de Cura a Morrocoyes; la de Ocumare del Tuy a San Casimiro; la de Caracas a Ocumare del Tuy; y la de Caracas a La Guaira; los edificios para telégrafos y teléfonos oficiales; la Biblioteca Nacional; el Instituto Anatómico; las modificaciones hechas al Panteón Nacional y la Universidad de Caracas; el Registro Público y Archivo Nacional; las calles de Caracas; las Avenidas de Carabobo y San Martín; el Monumento de Carabobo en Caracas; la estatua de Ricaurte en el sitio donde ganó la gloria de la inmortalidad y la modificación del Parque de Carabobo en Caracas.

La Memoria de Instrucción Pública os impondrá, en todos sus pormenores, del celo perseverante que he consagrado a este ramo, tanto por su importancia fundamental cuanto por el plan de administración civilizadora que exige el porvenir de la Patria.

He estimado de necesidad proceder a fundar algunos de los Institutos de Enseñanza Técnica y Especial que interesan más directamente al fomento de la riqueza pública, empezando por la creación de una Escuela Federal de Agricultura, Cría y Veterinaria. Medidas con las cuales vamos por fin acercándonos al ideal de nuestros grandes progenitores, de convertir a Venezuela, al igual de los más adelantados pueblos de América, en República fuerte, vigorosa, culta y próspera.

Toca ahora a vosotros remover disposiciones que obstaculizan el movimiento regenerador iniciado, y dar al Ejecutivo nuevos elementos indispensables a la prosecución de tan patriótica labor.
Con motivo de la celebración del Centenario de nuestra Independencia, se reunió en Caracas el Congreso Boliviano, de cuyas importantes deliberaciones os dará cuenta el Ministro de Relaciones Exteriores.

Recientemente nos visitó el señor Philander C. Knox, Secretario de Estado de los Estados Unidos de América. Venía en representación del Primer Magistrado de aquella Gran República. Lo recibimos con la cordialidad del sincero afecto, y con la solemnidad del elevado carácter que investía. El Gobierno de Venezuela y todos los gremios sociales, políticos e industriales dieron a esta visita la importancia que la determinó.

Por mi parte debo declarar, que jamás he abrigado la más ligera sospecha con respecto a la soberanía de Venezuela. En la historia de nuestras relaciones con la Gran República del Norte, encuentro sinceridad y colaboración benévola; de manera que la visita del Excelentísimo señor Knox, en vísperas de la inauguración del Canal de Panamá, que ha de traer hacia el centro de la América la extraordinaria corriente comercial del mundo, la estimo como el estrechamiento cordial de aquellas importantes relaciones.

Cumpliendo mis promesas y tratando de corresponder a vuestra confianza, he procurado llenar mis deberes públicos con toda cabalidad, sin pasiones y sin preocupaciones de ninguna clase. Si alguna deficiencia encontráis en mi labor, atribuidla a mis escasas aptitudes y de ninguna manera a dañadas intenciones.

Que Dios os inspire y la Patria os sea deudora de grandes beneficios.

Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

J. V. GÓMEZ.
Caracas, 19 de abril de 1912.

(Extraído del Libro “Mensajes Presidenciales”, Tomo IV, 1910-1939, Presidencia de la República, Caracas, 1971, Págs. 57-60).



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