domingo, 8 de marzo de 2015

MENSAJE DEL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ 1909


MENSAJE DEL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
AL CONGRESO NACIONAL EN 1909.

Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

Vuestra reunión en Congreso colma los votos de la República, que ve en ella no sólo el debido acatamiento al precepto que os congrega, sino, además, la sanción de la voluntad popular que espera de esta Asamblea la ratificación de sus expresos mandatos soberanos.

Saludo en vosotros, con profundo respeto, a los representantes del pueblo y os doy cuenta de que, desde el día nunca ambicionado por mí, en que la ley me llamó a presidir el Ejecutivo Federal, he buscado en la estricta afirmación de los derechos y garantías acordados por nuestros Códigos a nacionales y extranjeros, atraerle al Gobierno el concurso espontáneo de la opinión pública, y, al País, la simpatía y el respeto de las Naciones. Esta conducta no podía agradar a todos los servidores del Gobierno y, precisamente, en el período inicial de esa política, un grupo, sin duda mal aconsejado, de adictos a la práctica absolutista de anteponer a la ley, a los intereses y hasta a la vida del Estado el querer de uno solo, tramó una conjuración que me tocó frustrar y reprimir en persona, y cuyo resultado, como cumplo ahora con el solemne deber de anunciároslo, fue, con la inmediata extinción del absolutismo como forma de gobierno, el restablecimiento de un régimen genuinamente democrático.

Asediaban por entonces al Gobierno graves dificultades. Mantenido de autoridad el orden público, la paz interior era anormal y como producto de fuerza; las restricciones a la producción y al comercio por empresas privilegiadas y gravámenes fiscales, provocaban la protesta de numerosos gremios y hacían más hondo el malestar económico; rota la amistad diplomática con cuatro naciones y paralizado el comercio costanero y el servicio de resguardo por la actividad de Holanda en nuestras aguas litorales, amenazaban la República los más considerables trastornos. Afirmé la paz interna, con devolver el goce de sus derechos a todos los venezolanos, y a los presos y emigrados por causas políticas, mediante indulto, cuando fue necesario; amnistié luego a los comprometidos en el golpe del 19 de diciembre y a los procesados con ese motivo; abolí los privilegios y otras providencias que restringían la libertad de comercio e industria y, al propio tiempo que proveía a la defensa nacional, abrí camino a amigable solución decorosa de las dificultades pendientes, torcidas por alarmistas o timoratos que, junto con atribuir a naciones tradicionalmente amigas intentos depresivos para nuestra nacionalidad, llegaban a poner en duda la manifiesta decisión y aptitud del Gobierno y el Pueblo venezolano a mantener libre de extraño agravio y menoscabo la soberanía de Venezuela.

Se han realizado estos sucesos sin la mínima alteración del orden legal, antes bien, lo han robustecido con franca y pública adhesión todos los círculos y agrupaciones en que hondos y viejos quebrantos traen fraccionada la familia venezolana; por manera que la República disfruta hoy de la sola paz digna de tal nombre; aquella que no tiene por base única la fuerza armada de que dispone el Poder para imponerla, sino la de la libre y firme disposición de los ciudadanos a mantenerla inviolable.

Próximo a su fin el primer siglo de nuestra vida independiente, nada consideraría más deplorable que limitarme a la confesión de que el solo bien que hemos alcanzado es restituir al país a la incipiente paz de la libertad, en la más completa postración de las industrias que aseguran el bienestar individual y la prosperidad colectiva, si no tuviera fe robustísima, que comparte conmigo todo venezolano laborioso, de que el peso mismo de nuestras pasadas desgracias y el sentimiento de responsabilidad de la época presente, impelen a Venezuela a fundar sobre esa paz y al amparo de las leyes que os corresponde dictar para hacerla definitiva y fecunda, una era de rápida evolución al progreso.

Otra vez buscan nuestros compatriotas en la enmienda de la Constitución, remedio a las vicisitudes que han hecho casi infecunda para el desenvolvimiento nacional la labor de un siglo. La piden con ahínco para destruir el alcance de previos acuerdos en ese sentido, viciados de nulidad porque, como lo comprueban los hechos consumados, contrariaban el íntimo voto de la mayoría, y para ello ha acudido ésta al derecho de petición y lo ha ejercido en la forma mandatoria de plebiscito que cuadra al espíritu de nuestras instituciones, hasta hacer llegar a vosotros, por órgano de los Concejos, la voz directa de la soberanía indelegable que reside en los asociados. Al acatar esa voluntad, origen de todo poder legítimo en las repúblicas, vuestra sabiduría y patriotismo tendrá en cuenta que es ya tiempo de poner a salvo de las contingencias de nuestras luchas el Pacto Fundamental, de cuya estabilidad dependen por tantos motivos el bienestar y el decoro de la Nación. Incluyendo la Carta fugaz de 1857, Venezuela cambió cinco veces sus instituciones en los primeros cincuenta y dos años de su vida, de 1811 a 1863, y procede ahora a modificarlas por la novena vez desde 1864, hasta la fecha. Nada sólido puede edificarse sobre base que debe ser por su naturaleza inmutable, y que un visible e insistente vicio teórico de desacuerdo con la realidad, ha hecho mudable y precaria. Los cambios han versado, en la segunda época, sobre el agrupamiento de las entidades federales, el modo de elección de los Poderes públicos, la duración del mandato y las atribuciones del Ejecutivo. La más cruel de las experiencias nos enseña que han vivido en incesante conflicto las altas aspiraciones a que los más generosos de nuestros luchadores amoldaron esos Códigos, y las costumbres públicas vaciadas en otros moldes que ese mismo conflicto no ha permitido modificar. Desde 1874 se viene retrocediendo en demanda de un justo medio entre estas dos tendencias, y buscándolo hemos llegado al aniquilamiento casi completo de las fuentes de la riqueza nacional.

La esencia, sin embargo, de la doctrina establecida en nuestro credo de garantías es insustituible, y no la discute ya el país, conforme es indiscutido la estructura federal del Estado. Vuestra misión es, de consiguiente encerrar dentro de ese inquebrantable marco, formas suficientemente amplias que, respetando las primitivas entidades, permitan su libre agrupación sin necesidad de reforma del Pacto: que pongan el modo de elección de los varios Poderes al nivel de nuestra presente cultura democrática: que adapten a las disciplinas de nuestra vida política la duración del período constitucional: que libren al Ejecutivo de las graves responsabilidades que sobre él pesan, y templen la natural tendencia del Poder a acumularlas, llamando a compartirlas a consejeros que en cierto modo representen las autonomías federales. Sobre todo, es deseable, que en lo sucesivo las enmiendas no puedan consumarse sino tras larga y madura preparación, y, en determinados casos, rigen sólo desde el período siguiente a aquel en que fueron iniciadas.

Sobre estos cimientos os cabrá la gloria de edificar el sabido plan de leyes agrarias, mineras, de colonización, de crédito y fiscales que hagan fructuosos los esfuerzos, emprendidos ya por este Gobierno, en el sentido de promover la exploración y explotación de nuestros baldíos, mediante espontánea iniciativa de empresas serias de inmigración e industria que abran campo a la actividad venezolana, y la encaminen por la vía que, tras épocas de prueba tanto o más dolorosas que la nuestra, recorren las grandes naciones iberoamericanas, entre las cuales nos corresponde ocupar el puesto de honor reservado hoy a los pueblos laboriosos, libres y prósperos.

A este fin es imprescindible resolver el problema planteado oficialmente desde hace setenta años en el país, de crear institutos de crédito agrícola e hipotecario, que permitan el ensanchamiento de la producción por el influjo de capitales y el abaratamiento del tipo de interés corriente. Bendecirán vuestros nombres las generaciones futuras si, conciliando los huraños recelos del capital venezolano con las necesidades urgentísimas de 1a Nación, dictáis una ley bajo cuyos auspicios se inauguren en Venezuela esas salvadoras instituciones de crédito.

Hombre de trabajo, admirador de toda forma de progreso y de cultura, yo sé que es el trabajo quien salva y eleva los hombres y los pueblos por las virtudes varoniles y eficaces que infunde, y en nombre de la Patria os invito, e invito a mis compatriotas todos, a buscar, arrepentidos de las viejas culpas, en esa fuente de salud y de fuerza, el remedio a nuestros males y el engrandecimiento de Venezuela.

De propósito deliberado excluiré de la cuenta legal que os presento la enumeración de los actos corrientes administrativos y políticos del último bienio, de que os informarán extensamente las Memorias de los Ministros del Despacho, limitaré esta exposición a lo indispensable y trascendente.

RELACIONES INTERIORES
En lo interior las relaciones de los Estados entre sí y con el Gobierno Nacional, han sido y son cordiales, y ha contribuido a estrecharlas el decreto de 26 de enero último, derogatorio del de 2 de agosto de 1907, que violaba por modo manifiesto el espíritu del Pacto de Unión y la letra de los preceptos 1, y 2, de la Obligación 27, artículo 7 de la Constitución. Cumplí con el deber de derogarlo por el aludido decreto que establece el montante probable y la distribución de la Renta de los Estados, conforme a los números 1, 2, y 3  de la Obligación y el artículo precitados.

Las relaciones con la iglesia venezolana se mantienen dentro de la mutua cordialidad y deferencia que de antiguo las preside, aun cuando no le ha sido dable al Gobierno conciliar las disposiciones de la Bula de S. S. Pío X, respecto a jurisdicciones eclesiásticas, con las de la Ley dictada por este Alto Cuerpo en 18 de agosto de 1905. El espíritu de nuestros Gobiernos en punto a negocios eclesiásticos, ha sido siempre deferir al sentimiento religioso de la mayoría del país, hasta donde sea esto compatible con las leyes, en especial la de Patronato, y con los deberes preeminentes del Estado. Animado de este mismo espíritu, y en atención a que la ley de 18 de agosto de 1905 presenta dificultades para su cabal ejecución, propongo a vuestro examen la conveniencia de establecer, por una Ley derogatoria de aquella, una división territorial eclesiástica que mantenga la Arquidiócesis de Caracas y Venezuela y las Diócesis de Mérida, Guayana, Calabozo, Zulia y Barquisimeto.

Es del caso llamar vuestra preferente atención al grave asunto de cumplir con las obligaciones inherentes a la Soberanía, en los territorios fronterizos no abiertos aún a la civilización. Empeños más apremiantes distrajeron por largos años el cuidado administrativo de esas regiones y de los indígenas que las pueblan y, cuando llegó el momento de fijar nuestros límites guayaneses, ese descuido infirmó el derecho histórico de Venezuela a vastas comarcas que les fueron adjudicadas a más celosos vecinos. La obra de los misioneros que hicieron posible ese resultado continúa, mientras la de quienes propagaban por aquellas selvas el idioma castellano, y educaban para nosotros la tierra y sus pobladores, cesó desde ya casi un siglo.

El restablecimiento de misiones que corrijan ese estado de cosas, es de inmediata necesidad; pero al enmendar, como sería indispensable a ese fin, el N 23 del artículo 80 de la Constitución, habríais de considerar también la necesidad de contener cierta manifiesta tendencia de congregaciones mendicantes, nacionales y extranjeras, a situarse y desarrollarse en los centros más cultos del país -en detrimento de los claros intereses ya citados- y en donde el clero regular basta y bastará por muchos años a los fines sociales y evangélicos de su ministerio.

Se proveyeron de acuerdo con la ley tres canongías de la Catedral de Guayana y fijé el número de canónigos correspondiente a la Diócesis de Mérida, Guayana y Calabozo, hasta tanto decretéis respecto a la organización de la iglesia venezolana.

El Ministro de Relaciones Interiores os informará acerca de la trasmisión legal del Poder Ejecutivo en varios Estados: la constitución de árbitros para dirimir controversias entre Entidades Federales: los motivos que hacen recomendable devolver al Gobierno Nacional la administración y régimen de las Colonias: la rescisión de dos contratos y el ajuste de cinco de navegación y transporte: la anexión hecha por decreto de 31 de agosto de 1907, de las islas de Coche y del Territorio Colón al Distrito Federal: la conveniencia de un sistema penitenciario que provea al mejoramiento moral de los penados; las pensiones acordadas por causas de evidente y estricta justicia; la suspensión, por razones administrativas, de la explotación de los yacimientos y minas del Estado Falcón; la atribución de administrar las minas de Urao al Despacho de Fomento, al que legítimamente corresponde; el auxilio de cinco mil bolívares mensuales que hube de asignarle a la Gobernación de Margarita, en fuerza de la penosa situación rentística de la isla; la creación del cargo de Recopilador de Documentos de Venezuela y de una Comisión encargada de informar acerca de las leyes que fuere recomendable crear o revisar; la adquisición de varios manuscritos y obras de interés nacional histórico; los honores póstumos decretados a ciudadanos distinguidos en el servicio de la civilización y de la patria; el decreto de 5 de julio de 1908, sobre creación de un Museo Nacional; la adjudicación del terreno en que está ubicado el Municipio de las Tejerías; la creación de una Comisión Nacional de Higiene Pública y el estado sanitario del país en el pasado bienio.

El 19 de abril último, aniversario de la fecha inicial de nuestra vida autónoma, decreté la conmemoración solemne del primer centenario de la declaración de la Independencia de Venezuela, y nombré una junta encargada de proyectar el programa de la celebración y de ejecutarlo. La proximidad del centenario del 19 de abril y la circunstancia de datar oficialmente la República del día en que fue proclamada su soberanía, movieron al Gobierno a fijar el 5 de julio de 1911, sin perjuicio de que un acto nacional condigno establezca el celoso culto tributado a los patricios que, en abril de 1810, dieron principio a la obra de emancipación de la América española.

Solicito de vosotros el decreto que fije la suma que ha de destinarse a tan augusto objeto.

El país se prepara a secundar el esfuerzo oficial y, como señal de los tiempos, la iniciativa privada despierta, muy particularmente en forma de Sociedades Patrióticas, organizadas en toda la República, para cooperar al solemne propósito.

El Gobierno dictó medidas adecuadas a la preservación del libro que contiene el Acta de la Independencia de Venezuela, que junto con documentos históricos de grande importancia, permanecía en un archivo particular en la ciudad de Valencia, y vuelve ahora, por tan memorable hallazgo, al patrimonio y a la veneración nacional.

RELACIONES EXTERIORES
Deseoso de evitar ulteriores y más grandes males en la crisis internacional que os dejo señalada, obtuve que Holanda, conforme a sus reiteradas declaraciones de amistad para con Venezuela, suspendiera la actitud asumida, y mientras, por modo espontáneo, se derogaban en Caracas las medidas concernientes al tráfico con Curazao, los Países Bajos ponían de nuevo en vigor el Protocolo de 1894. Sólo restaba reanudar nuestro trato con Holanda y, a este fin, se acreditó un Agente Confidencial cuyas gestiones han concluido el ajuste del Protocolo de 19 de abril último, del que os informará el Ministro del Ramo.

Los Estados Unidos de Norte América, luego de haber retirado su Legación de Caracas, fiados sin duda en el propósito declarado por la Administración que presido, de buscar solución decorosa a los asuntos internacionales pendientes, resolvieron enviar un emisario de paz y de armonía, cuyas buenas disposiciones hicieron posible concertar los Protocolos de 13 de febrero de este año, que dieron fin a las divergencias entre las dos naciones, y os demostrarán al ser sometidos a vuestra elevada consideración, cómo sostuvo empeñadamente el Gobierno el decoro de Venezuela, vinculado, a estos respectos, en la independencia de su Poder Judicial, y os harán ver, además, el modo como han sido armonizados con ese derecho primordial grandes principios reguladores del trato de las naciones.

Complázcome en anunciaras que tanto los Estados Unidos como Venezuela, han restablecido sus respectivas Legaciones en Caracas y en Washington y renovado la antigua amistad que las une por muchos y tradicionales vínculos confraternos.

Persuadido de que tanto nos ligan a nuestra vecina hermana Colombia los lazos históricos como los intereses mutuos, y en la fe de que este mismo espíritu anima al Gobierno y al Pueblo colombiano, fue uno de mis primeros cuidados la apertura de las comunicaciones comerciales entre los dos países. La República de Colombia acaba de enviar el Plenipotenciario Especial que negocia ya con el nuestro el Tratado de Navegación, Fronteras y Comercios, que ambos Estados se comprometieron a celebrar en el acta de 8 de diciembre de 1905. Todo augura, y pláceme esperarlo para bien de estas dos naciones igualmente amadas por el Padre de la Patria, que en vuestras presentes sesiones os sea dable considerar el aludido Tratado.

El ajuste amistoso y equitativo de una de las causas de desavenencia con Francia, y el progreso favorable de la misión confiada al Agente acreditado ante el Gobierno de aquella República, hacen esperar que en breve puedan los dos Estados disfrutar de los deseables y recíprocos beneficios del tratado oficial.

Confirman nuestra buena amistad, cada día más sólida y estrecha con la Nación Alemana, tanto la deferente y benévola acogida dada por S. M. el Emperador de Alemania a la Misión Especial recién acreditada ante él, por quien fueron apreciadas las seguridades de cordialidad que le trasmitió nuestro Enviado, como el pacto de Amistad, Comercio y Navegación celebrado el 28 de enero anterior por los Plenipotenciarios de ambos países, y que será sometido a vuestro examen por el Ministro de Relaciones Exteriores.

Aceptado por la República el laudo arbitral respecto a la reclamación de la Compañía General de las Aguas de Caracas, único motivo que había de divergencia con el Reino de Bélgica, no existe ya entre los dos pueblos sino el mutuo anhelo de estrechar, para común beneficio, su buena amistad.

Los Protocolos de 9 de diciembre de 1905 relativos a la demarcación de fronteras con el Brasil, fueron aprobados por el Congreso brasileño, pero no se ha efectuado aún el correspondiente canje de ratificaciones.

La primera Convención General de Arbitraje que Venezuela celebra con un Estado amigo, es la ajustada con el Brasil, el 30 de abril de este año, en Caracas, por los Plenipotenciarios de ambas Repúblicas. En sus estipulaciones se ha acogido este civilizado recurso en la medida compatible con los derechos esenciales de los Estados, y yo me complazco en la realización de este acto con la Nación brasileña, a la cual nos sentimos tan unidos, y que ha mirado siempre con solícito interés el comercio amistoso de los dos Pueblos.

Con particular agrado he correspondido a la participación que el Mayor General José Miguel Gómez se dignó hacerme de la constitución del nuevo Gobierno de la República de Cuba y de su exaltación a la Primera Magistratura de dicha República. Con el objeto de estrechar más los lazos que nos ligan a esta Nación, he creado una Legación ante su Gobierno y en breve saldrá nuestro Representante a cumplir la misión que le ha sido encomendada.

Conforme veréis en la Memoria respectiva, la República estuvo representada en el Cuarto Congreso Científico americano que se reunió en el último diciembre, en Santiago de Chile y al cual fue cortésmente invitada por el Gobierno de aquella República hermana.

El afecto que nos inspira la Madre Patria, movió al Gobierno de la República a establecer en febrero pasado una Legación en Madrid, servida por un Encargado de Negocios, y que seguramente contribuirá a consolidar la muy cordial amistad de los dos Pueblos.

Motivo de deferente atención ha sido el fomento de nuestro trato con la Gran Bretaña, a la cual está ligada la República por multitud de motivos. Desde que se instaló esta Administración ese trato ha ido haciéndose cada vez más grato, merced a las pruebas de amistad que las dos Naciones se han dispensado.

Especialmente me permito llamar vuestra atención a la solicitud dirigida a nuestra Cancillería por el Representante de la Gran Bretaña, en orden al recargo que grava las mercancías procedentes de las colonias extranjeras, ya que es el Cuerpo Legislativo el llamado a resolver el asunto. Los Ministros de Relaciones Exteriores y de Hacienda os darán detallados informes acerca de este punto.

Las desgracias de que ha sido objeto una interesante región del Reino de Italia, le han permitido al Gobierno de la República poner de manifiesto sus amistosos sentimientos respecto de aquella Nación, según veréis de la cuenta que ha de rendir el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Últimamente han sido motivo de discusión entre nuestra Cancillería y la Legación de Italia ciertas cuestiones derivadas de la Comisión Mixta que en esta ciudad actuó en conformidad con el Protocolo de Washington, de 1903. El espíritu de justicia con que la Cancillería ha considerado las cuestiones mencionadas, permite esperar que el Gobierno del Reino acuerde favorable acogida a la opinión sostenida por Venezuela.

La República estuvo representada en la Segunda Conferencia de la Paz de La Haya, primera Asamblea de las Naciones todas, al amparo del Derecho. Respecto a la parte que le cupo a la Delegación de Venezuela y a los pactos por ella suscritos, se os dará cuenta por el Departamento respectivo.

Complázcome en participaros que en junio de 1907 quedó saldada la obligación contraída por Venezuela con la Gran Bretaña, Alemania e Italia, por virtud de los Protocolos de Washington. La suma total satisfecha por aquel respecto a las Naciones mencionadas alcanzó a Bs. 17.835.159,18. Desde el mes de agosto del año indicado ha venido entregándose a la Naciones que no obtuvieron tratamiento preferencial por el Laudo de la Corte Permanente de La Haya, el producto del 30% de las recaudaciones de las Aduanas de La Guaira y Puerto Cabello. Desde ese mes hasta el 30 de abril último se ha pagado a dichas Naciones la cantidad de Bs. 5.995742,25.

Los Ministros de Relaciones Exteriores y de Hacienda os darán cuenta de la puntual exactitud del servicio de la Deuda Diplomática.

El programa de armonía internacional que se ha propuesto esta Administración, íntimamente ligado con los planes de fomento y desarrollo interno en cuyo estudio se ocupa, requiere para ser bien realizado, representación diplomática adecuada y servicio consular eficaz, y a estos fines, de la mayor importancia en promover la amistad, el comercio y la legítima cooperación de otros pueblos a nuestro desenvolvimiento, me permito expresaros el deseo de que dictéis una ley de servicio diplomático y otra de servicio consular, que establezcan ambas carreras y las libren, en la forma que ello sea practicable, de su presente carácter de inestabilidad y consiguiente carencia de unidad de acción y de propósito.

HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO
En la Memoria del Ministro de Hacienda encontraréis extensa cuenta de la serie de decretos dictados desde el 21 de diciembre pasado para restablecer la libertad del tráfico; la de industria, en pro de la cual rescindí varios contratos de excepción, en especial el de la fábrica privilegiada de cigarrillos, y derogué los Decretos que entrababan el cultivo y la industria del tabaco; reglamenté la importación de las materias primas correspondientes y la recaudación de la renta de cigarrillos.

Del propio modo se ha procedido a revisar cargas arancelarias que pesaban sobre el comercio, hasta haberme sido dado abolir por decreto de 20 de este mismo mayo, los derechos de exportación sobre café, cacao y cueros, que multaban en la suma de cuatro millones anuales la producción nacional.

En armonía con el plan general de esta reorganización repuse en las varias Aduanas el personal señalado por el Código y requerido por el buen servicio del ramo, y eliminé la Aduana de Tucacas.

Para el 24 de noviembre último, día en que me encargué del Gobierno, debía éste al Banco de Venezuela Bs. 745.862,04 y después de haber cubierto todos los compromisos administrativos y pagado en la primera quincena de este mes Bs. 896.612,80 por Deuda Diplomática, Bs. 957.049,52 por Obras Públicas verificadas de diciembre al 22 de mayo, y Bs. 158.895,60 por viáticos y dietas hasta el 24 del actual, tenemos un saldo favorable en el Banco de Bs. 1.483.990,63 y en la Tesorería Nacional de Bs. 114.337,00.

En las cuentas de gastos en el Servicio Público encontraréis una partida de consideración. La erogación de esa suma la han motivado causas políticas, hijas de las circunstancias, que vuestro espíritu ampliamente liberal sabrá interpretar.

El servicio de Crédito Público ha dado estricto cumplimiento a las obligaciones prescritas por la ley y los convenios celebrados por la Nación.




Se trata sin duda de valores extraviados o destruidos, y siendo recomendable fijar término al período de conversión de las obligaciones del Tesoro, solicito del Congreso se digne designar el plazo al cabo del cual deban ser canceladas por caducidad las partidas enumeradas.

GUERRA Y MARINA
El Ministro de Guerra y Marina os informará de la adecuada organización del ejército en el territorio nacional, conforme a las circunstancias del país y las prescripciones legales, y de la eficación con que se atiende a la disciplina y al bienestar del soldado.

Motivos de expedición y economía presidieron a la creación de la Proveeduría de Equipos y Vestuarios, anexa al Despacho de Guerra, bajo cuya dirección está dando este servicio los más favorables resultados.

Avanza por modo muy satisfactorio el levantamiento del Plano Militar de la República, obra de capital importancia que ha requerido la creación de una Comisión Topográfica auxiliar, y de cuyo adelanto podréis juzgar por la carta de la región poblada de Venezuela que os presentará original el Ministro del Ramo.

Con fecha 15 de marzo último, nombré una Comisión Revisora del Código Militar encargada de proveer a las deficiencias que se advierten en el vigente, a fin de someter su estudio a vuestro superior examen.

Construido como está el edificio destinado a Academia Militar, corresponde a este Cuerpo Soberano dictar la ley creadora de aquel Instituto, cuya falta explica en mucho varias de nuestras pasadas turbulencias, y sin el cual no es posible organizar nuestro Ejército en forma que corresponda a los requerimientos de la época presente, de la nueva era en que entra el país, y de la defensa nacional.

Si la formación de un cuerpo de oficiales, comparable por la pericia y la cultura al de las naciones que van al frente de la civilización en América, es vital para el resguardo de las instituciones y del honor venezolano, la abolición del reclutamiento forzoso es compromiso sagrado con el pueblo de Venezuela, compromiso cuya evasión rechazan mi corazón y mi conciencia.

El tributo de sangre y de servicio militar no puede corresponder a una sola clase social, e imponérsele a ésta por fuerza y capricho en una democracia, sin falsearla a beneficio de otra clase privilegiada. Apelo a vuestra humanidad y a vuestro sentimiento del deber republicano, al impetrar de vosotros una ley que corrija la odiosa forma de esclavitud mantenida por la práctica del reclutamiento, a despecho de la Constitución, y que, al conciliar la doctrina con las costumbres, devuelva al pueblo su derecho y la fe en la efectividad de los principios proclamados en nuestros Códigos.

El Gobierno ha adquirido el edificio del Hospital Linares, de esta ciudad, para destinarlo a Hospital Militar.

Entre los contratos rescindidos por restrictivos de la libertad de industria, está el de privilegio de importar armas de caza y otras mercancías.

El Dique y Astillero Nacional comienza a dar los satisfactorios resultados a que se aspiró al crearlo. Se le ha ampliado para que baste a las reparaciones de los buques de la Armada Nacional, que, con excepción del “Bolívar” están todos en buen estado, a la construcción ya iniciada de guarda costas y lanchas, y al servicio remunerado del público, cuando fuere requerido.

Se atiende ya a montar las nuevas calderas del vapor “Bolívar”, para incorporarlo en seguida al servicio activo.

Fue aumentada a (Bs. 1,50) un bolívar cincuenta céntimos, la ración de armada que estaba ilegalmente reducida en una tercera parte.

El Ministro respectivo os dará cuenta de las mejoras introducidas y propuestas en el personal de la Armada y en la Administración de los Faros. En el de Punta Brava, que será próximamente renovado, se redujo a (Bs. 0,05) cinco céntimos el impuesto exacto de (Bs. 0,15) quince céntimos por tonelada, antes establecido. Se atendió también a la refacción del Faro de los Roques.

FOMENTO
De los treinta contratos celebrados por el Ministerio de Fomento están funcionando o en vía de implantación, el de exportación de carnes congeladas que contribuirá poderosamente al desarrollo de nuestra ganadería, el de fabricación de cementos, instituida con capital venezolano, el de explotación mecánica de fibras, el de preparación de extractos de carne y el de navegación a los puertos brasileños de Manaos y Belén del Pará.

En la Memoria correspondiente se os da cuenta del movimiento habido en el renglón de baldíos de labor y de cría, patentes de invención y marcas de fábrica y de comercio.

Se ha creado una Inspectoría encargada de velar por la repoblación de los criaderos de perlas, agotados a tal extremo que, para evitar su extinción, hubo de rescindirse el contrato en virtud del cual se explotaban, y prohibir la pesca en los ostrales.

De las catorce nuevas estafetas de correos creadas, cinco lo fueron en el bienio de 1907 a 1908 y las nueve restantes en 1909. Se han restablecido, además, veinte y siete servicios postales extintos.

En el transporte de correspondencia por la Línea “D” Roja se ha rebajado el costo, de Bs. 45.957,95 a que ascendía por convenio anterior, a Bs. 14.563,40.

Se han introducido importantes reformas en el reglamento de importación de bultos postales; se han realizado deseables economías y se ha atendido con celo a prevenir la re-emisión fraudulenta de estampillas ya usadas.

El mantenimiento de las Oficinas de Correos ha causado una erogación de Bs. 690.293,14 desde 1907 hasta el 31 de marzo del presente año. El transporte terrestre de la correspondencia ha costado en el mismo lapso Bs. 1.188.000.

Se han creado diez Oficinas Telegráficas y está al inaugurarse una más: hay cuatro nuevas líneas construidas y dos en construcción.

El detalle de estas operaciones lo encontraréis en la Memoria de Fomento, en donde se da cuenta pormenorizada de los egresos e ingresos del servicio de telégrafos nacionales de 1907 a marzo de 1909, cuyo resumen reza:


Se les ha expedido título de telegrafista a once ciudadanos que rindieron examen satisfactorio.

La administración de la Planta Eléctrica denominada Paraíso, está desde el último de enero encomendada al Despacho de Fomento y a cargo de la Dirección General de Telégrafos Nacionales. En la cuenta del ramo se os instruye de los pormenores de la administración de esta propiedad, y de los gastos ocasionados por la demanda que el Ejecutivo ha tenido que intentar contra la Compañía Anónima de Gas y Luz Eléctrica, de esta ciudad, para el cobro de sumas que adeuda al Fisco. Este enojoso asunto ha terminado al fin, de manera decorosa y justiciera.

Después de larga discusión se ha llegado a un arreglo con la Compañía Francesa de Cables submarinos. De gran necesidad para la República era la comunicación cablegráfica para el Exterior. En ese arreglo obtuvo Venezuela como punto principal la red de cables costaneros y la rebaja de tarifas.

La compañía Anónima de Teléfonos Bermúdez-Arismendi-Benítez, despojada de sus propiedades, sin conocimiento del Gobierno Nacional ni intervención de los Tribunales de justicia, ha sido repuesta en el goce de lo suyo y, en razón de lo ocurrido, se dispuso erogar a favor del Presidente de la Compañía la suma de Bs. 8.000.

En punto a Estadística, el Ministerio de Fomento promueve con el mismo celo que estimula las otras actividades a su cargo, la cooperación de los funcionarios nacionales y de los Estados, a fin de centralizar en la Dirección respectiva datos fehacientes y cabales que permitan al fin la creación de la Estadística Nacional, hasta ahora empírica, fragmentaria, no susceptible de exacta comprobación y, de consiguiente, inútil en gran parte como base segura de información propia y extraña, por falta de un sistema nacional de anotación y coordinación eficaz, y de expertos en tan importante materia.

Para la organización conveniente y amplia del Despacho de Fomento -ramo el más importante y productivo de la vida nacional- dicté con fecha 19 de abril último un Decreto, distributivo de las funciones de la Dirección de Riqueza Territorial, Agricultura y Cría, en dos Oficinas denominadas Dirección de Minas, Industrias, y Comercio; y Dirección de Agricultura, Cría y Colonización.

Así metódicamente repartido el servicio de tan productiva fuente de riqueza pública, espero que los resultados serán satisfactorios y eficaces para el progreso de las industrias Agrícola y Pecuaria, que son de urgente desarrollo para el País.

OBRAS PÚBLICAS
El Ministro de Obras Públicas os hará la extensa enumeración de las Obras Públicas concluidas, en construcción, reparadas, en reparación, en observación, auxiliadas y contratadas, cuyo costo al Erario desde el 1 de mayo de 1907 hasta el 31 de diciembre de 1908, fue de Bs. 3.139.224,15.

Por decreto de 14 de abril de 1909 fue reglamentada la dirección, construcción y administración de las Obras Públicas conforme a las prescripciones científicas y a la más estricta economía administrativa; se reconstituyó el Despacho con el personal que le fue atribuido al crearlo; se negocia con las varias empresas ferrocarrileras en el sentido de unificar sus tarifas conforme al sistema de unidad kilométrica, o de obtener el mínimum de fletes y pasajes que permita el volumen del tráfico.

Una Comisión especial de ingenieros examina el estado de las obras del Puerto y Muelles de La Guaira, a fin de basar en su informe las órdenes que procediere comunicar a la Empresa respecto a reparaciones y a organización del servicio. Un Inspector Técnico examina a su vez el estado de la línea férrea de Puerto Cabello a Valencia y las cuentas de administración de la Empresa, a fin de ordenar las mejoras requeridas y de computar la cifra exacta de gastos de explotación y la correspondiente suma que, a título de garantía paga la Nación, y que en años anteriores ha sido manifiestamente exagerada.

El Gobierno ha adquirido por la suma de Bs. 240.000 las obras, derechos y acciones de la Compañía Anónima Muelles de Maracaibo.

Se ha abstenido el Ejecutivo de recibir el Muelle de Puerto Sucre de manos de la Compañía cesionaria constructora, por no llenar aquel las condiciones estipuladas en el contrato.

La navegación del río Escalante ha sido declarada libre, y fue cedida en venta a un particular la empresa de navegación que, por caducidad de contrato, pasó a ser propiedad de la Nación. Dos de las líneas de ferrocarril nacionales están arrendadas a particulares y la tercera, la de La Vela a Coro, está administrada por el Gobierno.

El nuevo contrato de arrendamiento de las Aguas de Caracas, celebrado por un trienio, produce Bs. 50.000 más, al año, que el anterior. El precio del arrendamiento del acueducto “Miranda”, de Valencia, y del de Barquisimeto se aplica al fomento de esas ciudades.

El Gobierno ha adquirido la cabecera de la vertiente que alimenta el acueducto de Barquisimeto, y el derecho de alimentar con agua de la vertiente Tomotora el acueducto de La Vela.

En atención a los intereses de los moradores de los Valles del Tuy, se ha convenido con la Compañía del Ferrocarril Central de Venezuela, que prosiga tendiendo la línea hasta Santa Lucía, aun cuando no están decididas las cuestiones pendientes entre el Gobierno y la Empresa.

INSTRUCCIÓN PÚBLICA
La actividad administrativa en materia de Instrucción Pública ha tenido que ser proporcional, en su ímpetu progresivo, al atraso que acusaba el ramo, en lo primario, y determina el comienzo de una nueva época en la historia de esa Institución en Venezuela. Atribuyendo una escuela a cada mil habitantes, requiere el país sobre 2.500, y sólo había en diciembre último 716. Por decreto de 23 de febrero último elevé a 1.019 el número de esos planteles.

La Memoria del Ministro de Instrucción Pública os rendirá cuenta de los planes en desarrollo para la reforma del sistema escolar; la creación de edificios para las escuelas; la transformación ya realizada en la de Artes y Oficios, que es hoy un instituto de positiva utilidad pública: los proyectos de establecimiento de Escuelas de Agronomía, Veterinaria, Minería y Comercio; de las muy importantes reformas ya introducidas y de otras deseables en las dos Universidades de la República, en el Instituto de Bellas Artes y en las Escuelas Normales.

En total de planteles primarios de la Nación, los Municipios y particulares es de 1.525. La instrucción secundaria está representada por quince Colegios nacionales de varones, diez y ocho de niñas, ocho subvencionales y cuarenta y siete particulares autorizados para lectura de los cursos preparatorios y filosóficos. La enseñanza superior la mantienen las dos Ilustres Universidades de Caracas una, y de Los Andes la otra.

Está construyéndose en la parroquia de San Juan, de esta ciudad, el edificio de la primera escuela modelo del país, conforme al plano y presupuesto presentados por la Escuela de Artes y Oficios, que ha sometido además, al Ejecutivo, diseños de las estampillas que se propone emitir el Gobierno, grabados en sus talleres. En esa Escuela se enseñan doce diferentes oficios y artes industriales, y es recomendable el pensamiento de crear becas, dos por cada Estado, a fin de que los agraciados vuelvan al lugar de su procedencia a difundir el beneficio recibido.

El Instituto de Bellas Artes funciona a satisfacción del Gobierno, con 180 alumnos inscritos. La relación de los principales trabajos de las Academias e Institutos especiales, y de las atenciones que requieren, os será puntualizado por el Ministro a quien incumbe, así como lo relacionado a estudiantes pensionados, jubilaciones concedidas y en cartera, textos adoptados, condecoraciones conferidas, sinecuras eliminadas y gracias académicas acordadas.

En la misma notable exposición se os dará cuenta de haberle sido atribuida al Ministerio de Instrucción Pública la recaudación de la renta creada para su fomento, y los importantes resultados obtenidos a este respecto, a pesar de lo breve del lapso transcurrido y del reato de la reorganización del servicio. Los fondos de colegios produjeron:


Para llevar a cabo, y al mayor adelanto posible la Instrucción Pública en Venezuela, es preciso aumentar el Presupuesto, a fin de que cubra, no solamente los gastos actuales sino los de reformas y mejoras iniciadas. En la Ley de Presupuesto el Ministro del Ramo exige ese aumento, y os encargo se le conceda, para realizar esa ingente necesidad del país.

Si del examen de los actos que someto a vuestra aprobación, resulta claro mi firme propósito de colocar la Primera Magistratura por encima de los intereses de los partidos, cual corresponde a quien representa la Nación, y claro también mi grande anhelo de establecer en la paz de la justicia el inconmovible fundamento de una Venezuela feliz, respetada y próspera, me felicitaré de haber cumplido mi mayor aspiración y mi deber, y felicitaré a los ciudadanos que tan patrióticamente me acompañan con su esfuerzo y su consejo al logro de estos fines, en las labores ejecutivas.

Que vuestro patriotismo y sabiduría igualen a vuestra responsabilidad, y que a todos nos sea dado merecer bien de nuestros conciudadanos.

Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

J. V. GÓMEZ.
Caracas, 29 de mayo de 1909.

(Extraído del Libro “Mensajes Presidenciales”, Tomo III, 1891-1909, Presidencia de la República, Caracas, 1971, Págs. 395-414).






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