domingo, 8 de marzo de 2015

MENSAJE DEL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ 1932


MENSAJE QUE EL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ
PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA
PRESENTA AL CONGRESO NACIONAL DE 1932.

Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

Al cumplir el mandato que me señala el artículo 101 de la Constitución Nacional, os saludo con efusión patriótica, y os deseo el mayor acierto en vuestras labores.

Llamado nuevamente a la Suprema Magistratura por el voto de la Nación, expresado por vosotros, sus legítimos representantes, he continuado con ayuda de la Providencia y la fe que ella me infunde en los grandes destinos de la Patria, la tarea que me impuse, con absoluta conciencia de sus deberes y responsabilidades, al formular el 19 de Diciembre de 1908 el Programa de la Rehabilitación Nacional.

Los resultados están visibles ante propios y extraños. He creído y creo firmemente, que para realizar los ideales por los que lucharon nuestros mayores en los campos de batalla de la Independencia, el orden es condición esencial; y de este reconocido principio de gobierno, que incansablemente he llevado a la práctica, han emanado la confianza, la tranquilidad social, el bienestar público y la solidez de nuestra situación económica, puesta a prueba en estos días de crisis que atraviesan casi todos los pueblos de la tierra.

Hombre de trabajo, consustanciado con las aspiraciones de nuestro pueblo, tengo la satisfacción de presentaros en paz la República; y en fecunda y noble emulación laboriosa, a la familia venezolana.

Sobre la fracasada invasión en las costas de Coro, hablé al país en mi Alocución del 1 de enero del corriente año. En las Memorias de los Despachos de Relaciones Interiores y de Relaciones Exteriores, encontraréis los documentos que demuestran, que en todo ese asunto, se procedió acatando estrictamente las disposiciones legales, con prescindencia de móviles personales o políticos, pensando sólo en dejar como siempre en alto el nombre de Venezuela.

Las relaciones entre los Poderes Públicos se han mantenido en un pie de inalterable cordialidad, así como también las de la Iglesia y el Estado.

El Ilustrísimo Señor Arzobispo de Caracas, procediendo en su carácter de Metropolitano de la Arquidiócesis de Caracas, de la cual es sufragánea la Diócesis de Valencia, solicitó del Ejecutivo Federal que se suspendiesen los efectos del Decreto de expulsión del Ilustrísimo Señor Doctor Salvador Montes de Oca, Obispo de Valencia. Considerada esta solicitud, en Decreto del 3 de agosto de 1931, autoricé legalmente la entrada al país del nombrado Prelado.

Las relaciones con el Exterior se han desarrollado asimismo en un grato ambiente de cordialidad y mutuas consideraciones.

Aunque desprovista de carácter oficial, la visita del Ilustre Mariscal Franchet d'Esperey, dio oportunidad para que se mostrasen los sentimientos de firme y sincera amistad que unen a Francia y Venezuela.

Las Comisiones de Límites han venido cumpliendo sus encargos a cabalidad. Algunas modificaciones tendientes al mejor resultado de sus fines, se han introducido en su organización. En la frontera fluvial con Colombia se han dilucidado de modo satisfactorio las dudas de jurisdicción que existían. Todo lo relativo a esta importante materia lo hallaréis detalladamente expuesto en la Memoria de nuestra Cancillería.

Ha sido ya ratificado y canjeado, el Tratado de Extradición con el Reino de Italia. También está ratificada la Convención suscrita en La Habana, que contiene el Código de Derecho Internacional Privado que se aprobó en la Sexta Conferencia Internacional Americana, y se ha procedido al perfeccionamiento de estos instrumentos diplomáticos, con el canje y depósito respectivos.

El Ejército me ha merecido, como siempre, especial atención. Lo he mantenido no sólo perfectamente organizado desde el punto de vista material, ofreciéndole a su actividad las comodidades y adelantos más modernos, sino bajo la atmósfera eficiente de moralidad, orden y disciplina, que constituyen su más alta presea.

El Despacho respectivo os dará cuenta de todo lo realizado en este ramo, particularmente en los Departamentos de administración, instrucción general, funcionamiento de la Escuela Militar y Naval, y construcciones y reparaciones de edificios militares.

Consecuente con mi pensamiento de enaltecer debidamente a los fundadores de la nacionalidad, dispuse, como contribución de la institución armada, que se tributara un homenaje al General José Francisco Bermúdez en el primer centenario de su muerte.

Las comunicaciones telegráficas han sido objeto de múltiples mejoras; y la instalación de la potente Estación Radiotelegráfica y Radio-telefónica de Maracay, ha venido a satisfacer a cabalidad el interesante servicio con el Exterior a que ha sido destinada. El Despacho de Fomento os dará relación detallada al respecto.

La explotación de petróleo en el año de 1931 fue de 17.191.872 toneladas métricas. Comparada esta cifra con la correspondiente a la explotación de 1930, resulta una disminución de 2.962.040 toneladas métricas, cuya importancia se aminora si ella se considera dentro de la gran crisis mundial que viene atravesando la industria petrolera. Es de observar también, que en compensación a esa diferencia, se vienen intensificando las explotaciones en los Estados Monagas y Falcón, lo que abre un nuevo campo para el futuro equilibrio y desarrollo de esa rama importantísima de la riqueza nacional.

El Departamento de Obras Públicas ha llevado a cabo y tiene actualmente en construcción obras fundamentales, entre otras la Gran Carretera Occidental, vía los Llanos, y la Gran Carretera Oriental hasta Soledad. La primera de estas vías dará comunicación a los Estados Táchira, Zamora, Portuguesa y Cojedes con el Centro de la República, cruzando una zona en donde existen vastas extensiones de terrenos propios para el fomento de la agricultura y desarrollo de la cría. La segunda, va de El Sombrero a Valle de la Pascua y sigue por el Socorro, Santa María de Ipire y Pariaguán hasta llegar a Soledad. Además, todas las vías existentes han sido objeto de constante atención, mejorándolas notablemente con el ensanche de curvas, consolidación de calzadas, nuevas alcantarillas, muros y obras de arte.

En los terrenos inmediatos al antiguo Asilo de Enajenados, en Catia, está en construcción un nuevo edificio para el mismo objeto, en cuyo plan se ha atendido a todos los requerimientos de la ciencia, para que cumpla debidamente sus fines humanitarios.

En el Hipódromo Nacional se hicieron obras de ensanche y mejoras, no sólo desde el punto de vista de su embellecimiento, sino de la comodidad de los concurrentes al deporte hípico, protegido por el Gobierno con la amplia mira de estimular la cría caballar y su selección en el país. Al lado del Hipódromo se construyó el Pabellón anexo, edificio que por su capacidad y bella arquitectura, imprime, aún más, relieve de modernidad al hermoso paseo de El Paraíso. También, al mismo objeto, se reconstruyeron las plazas adyacentes “Petión” y “Camilo Torres”.

Se ha dotado a la capital con nuevas avenidas, pavimentadas de concreto, entre otras, la denominada “Simón Bolívar”, que une la avenida “19 de Diciembre” con Catia y la carretera de Caracas a La Guaira; y la que se construye en La Vega para enlazarla con la carretera de Caracas a Antímano, en la que se trabaja en un puente de estructura de acero, de 50 metros de luz, sobre el río Guaire.

Se ha procedido con la mayor actividad a la refacción y reconstrucción de casi todos los planteles educacionistas que funcionan en la República, con el objeto de que éstos llenen sus fines cabalmente, y ofrezcan las necesarias seguridades a alumnos y profesores.

La creación de Legiones Sanitarias Escolares, es un paso de avance en el propósito del Gobierno, de inculcar y divulgar ideas de higiene práctica, que contribuyan a la campaña sanitaria que tesoneramente he venido sosteniendo. Con idéntico propósito he mejorado la educación física, con carácter obligatorio en todos los planteles, y a la que el Ministerio de Instrucción presta especial cuidado.

Sobre la creación de Cursos Especiales así como sobre otras innovaciones introducidas en el funcionamiento de los Institutos de Enseñanza Superior, os dará cuenta pormenorizada el Ministro del Ramo.

El Ministerio de Salubridad y de Agricultura y Cría, continúa prestando atención particular a la organización sanitaria, en la que se han introducido mejoras apreciables, sobre todo en la viruela y la fiebre tifoidea; restricción y control del comercio de productos narcóticos; vigilancia sobre la importación, elaboración y expendio de alimentos; análisis de aguas; ingeniería sanitaria, y creación de nuevos dispensarios.

El Banco Agrícola y Pecuario, de acuerdo con el programa de protección a la agricultura y cría nacionales que he venido sosteniendo y ensanchando, distribuyó, bajo la forma de créditos a los agricultores, la cantidad de Bs. 1.777.000, entre las diversas Entidades Federales de la República, en proporción con sus respectivas poblaciones. Esta cantidad comprende las sumas reintegradas como capital en las cuotas de amortización de los prestatarios, el 75% de las utilidades líquidas del Instituto, y las cantidades recibidas por cancelación de préstamos, sobrantes de reparto y créditos no aceptados.

Para terminar, me complace consignaros, como nota culminante de la síntesis política y administrativa que os presento, que en el semestre de junio a diciembre de 1931, después de cubrir los gastos de todos los servicios públicos y de invertir Bs. 18.661.949,98, en obras públicas, el Tesoro Nacional aumentó su depósito en la cantidad de 10.012.839.04 bolívares. Para el 30 de junio de 1931, dicho depósito alcanzaba a Bs. 43.022311,56; el 31 de diciembre del propio año se elevó a Bs. 53.035.150,60, y para el 15 de abril del corriente las reservas alcanzan a Bs. 61.236.265,24.

Ciudadanos Senadores. Ciudadanos Diputados:

Espero vuestro fallo con la tranquilidad de quien no ha tenido otro pensamiento en sus actos de gobernante, que el amor a la grandeza de nuestra Patria.

J. V. GÓMEZ.
Caracas, 29 de abril de 1932.

(Extraído del Libro “Mensajes Presidenciales”, Tomo IV, 1910-1939, Presidencia de la República, Caracas, 1971, Págs. 247-251).


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